Mucho ayuda el que no
estorba.
Ese es el dicho que se puede
aplicar a la negativa de los ediles apoyar el trabajo de la presidenta
municipal de Acapulco.
Aunque también se puede
decir, que “lo que fácil viene, fácil se va”, lo que significa que aquello
logrado sin esfuerzo y sin valores es efímero o pasajero.
Habrá que recordar que los
regidores de Acapulco fueron resultado de una tómbola política y llegaron a su
cargo sin mover un dedo, sin compromiso con nadie.
Tienen el espacio de
representación que les da una elección legal, ¿pero tienen acaso legitimidad
como para creer que en su persona encarnan la calidad moral y ética, como para
hacerle vacío a las labores de la presidenta?
Quién de los que rompieron
lanzas hoy en su contra, han apoyado a la presidenta, de quien no se puede
negar que ha estado al frente de las acciones del ayuntamiento para tratar de
contener la pandemia del coronavirus.
Muchos de ellos, que solo
son críticos pero carentes de propuestas, han dejado sola a Román Ocampo
durante esta contingencia, en un momento cuando la población más los necesita,
pero prefieren pasarse la vida institucional armando guerritas y grillas
baratas.
En el cabildo de Acapulco se
hacen patentes los tiempos de traiciones y de ataques sistemáticos en contra de
la primera autoridad.
Al menos el movimiento de
los ediles, deja al descubierto a quienes son sus enemigos. En política los
amigos son de mentiras y los enemigos de verdad, y eso Adela Román lo ha
comprobado fehacientemente.
Ataques políticos y de
violencia de género, como muestra del deterioro existente presente en los
grupos de poder que disputan la gubernatura y la alcaldía del puerto de
Acapulco.
Sin duda, hay quienes están
jugando muy rudo y estirando la liga a su máxima capacidad, durante este
proceso electivo interno de Morena.
Por eso, el asalto y ataque
al coordinador de asesores de la alcaldía de Acapulco, Eloy Cisneros Guillén,
bien se puede inscribir en ese escenario de presión en contra de Adela Román.
En fin, a los ediles les
debería dar vergüenza abandonar el evento del segundo informe de la presidenta
municipal, cuando no han estado a la altura en tiempos de pandemia.
Adela Román dejó en claro
las condiciones del puerto durante esta crisis de salud, a la que dice han
reaccionado de manera inmediata ante situaciones inéditas que pusieron a prueba la resistencia de las instituciones,
la madurez de la sociedad y la fortaleza la vida económica y social.
Reconoció que al día de hoy
el número de muertes por Coronavirus es cercano ya a los 900, mientras que las
personas contagiadas por esta enfermedad rondan la cifra de 7 mil 300.
También se lamentó que el
lunes se regrese a semáforo Naranja debido al repunte de contagios en nuestro
municipio.
Queda claro que la
presidenta de Acapulco fue de las primeras en tomar medidas para detener el
avance de la pandemia y a pesar de las críticas y la resistencia de algunos
grupos, “quedó claro que esta administración no juega con la seguridad de los
ciudadanos ni es irresponsable”, señaló.
Después de enumerar las
acciones que su gobierno y su equipo realizan para atender a la población ante
la crisis de salud, mencionó que con el Programa de Fertilizante y Semilla
Mejorada se apoyó a más de 11 mil campesinos.
Asimismo se realizaron más
de 500 obras de infraestructura social, agua y saneamiento, infraestructura
educativa y equipamiento urbano, llegando a más de 400 localidades y colonias
de la zona suburbana y rural, con lo que bien se puede tirar el discurso de
quienes aseguran que no ha hecho nada por Acapulco.
En materia turística, la primera
autoridad del municipio mencionó que se impulsó el reordenamiento y limpieza
del área turística, el saneamiento del fondo marino, así como el remozamiento
de los accesos a playa, y seguridad sanitaria de turistas y habitantes mediante
la integración de un equipo de vigilancia sanitaria.
La alcaldesa reiteró que
gracias a la acción conjunta de los tres órdenes de gobierno a través de las
Mesas de Coordinación para la Construcción de la Paz, Acapulco salió de la
lista de las cinco ciudades más violentas de México.