“Voy a cantar un corrido,
a los que me están oyendo.
Les diré lo que pasó,
en mi
estado de Guerrero.
Mataron al Chante Luna.
Por órdenes del gobierno”.
2008.
Lejos estaba el 1 de abril del 2005,
cuando rindió protesta. En el año 2008 Armando Chavarría Barrera aun despachaba
en la Secretaría de Gobierno del estado de Guerrero. Su estancia, bajo las
órdenes de Zeferino Torreblanca Galindo, fue de tormento. El trato que recibió
del ex mandatario fue el que da un bipolar a su entorno. Los orígenes sociales
de ambos fue gasolina a la hoguera. Torreblanca es contador público por el
Instituto Tecnológico de Monterrey. Chavarría fue economista por la Universidad
Autónoma de Guerrero. Uno rico. Otro pobre. Dos visiones opuestas.
El gobernador jamás olvidó un
incidente. Chavarría le llamó “borracho”, durante un debate radiofónico
transmitido en vivo durante la elección interna del PRD para escoger a su
candidato a gobernador. ¿Cómo era posible que un egresado de la UAG le llamase
asi a uno del Tec? ¿Cómo se atreve a igualarse? ¿Cómo van a creer? ¿No sabe que
Zeferino dejó de ser indecente al dejar de beber? ¿No sabe que acude a las
pláticas de la doble A? ¿Qué dirán las personas decentes? Por eso hay clases
sociales. Por eso.
Zeferino ganó aquella interna y la
elección Constitucional. Chavarría
controló al partido que ganó la elección. El mismo día de la toma de
posesión Torreblanca marcó distancia del perredismo. Ordenó cerrar las puertas
del Palacio de Gobierno a los perredistas. Martín Mora tuvo que romper una
puerta para ingresar. Con él, y el portazo, muchos pobres se colaron al brindis
con canapés, vino, socios del club de golf de Acapulco y mucha, mucha gente
bien. La crónica de Aurelio Peláez en El Sur describió la escena.
Pobres y ricos tranzaron para lograr
la gobernabilidad que exigía el histórico instante: habían sacado al PRI de la
residencia donde viven los gobernadores en Chilpancingo y que fue bautizada por
Rubén Figueroa Figueroa como “Los Eucaliptos”, en franca alusión a “Los Pinos”,
donde viven los presidentes de México, en el DF. Formaron eso: un gobierno de
“ustedes los pobres, nosotros los ricos”.
En mayo del 2008 renunció a la
Secretaría de Gobierno. Se postuló como candidato a diputado local en la
intermedia local. Coordinador lógico de su fracción, se convirtió en presidente
del Congreso Local. Marcó agenda propia del Congreso, respetando la división
legal que debe existir entre los poderes. Se irritó el rico con el pobre. Se
molestó el Don con quien cree debe ser su sirviente. Reiniciaron las
hostilidades.
2009.
¿Qué te pareció, Mata?, preguntó.
Habrá reacciones fuertes, respondí. “Pero es que ya no podemos mantener las
cosas asi. Necesitamos establecer la distancia sana entre el Poder Ejecutivo y
el Legislativo. No es posible el avasallamiento de los diputados; no es posible
que el gobernador ofenda al poder legislativo”, argumentó.
Armando Chavarría, entonces diputado
local, leyó un mensaje político en la tribuna del palacio legislativo de
Chilpancingo. La tensión entre Chavarría y el gobernador Carlos Zeferino
Torreblanca Galindo, llegó al extremo. El hilo estaba a punto de reventarse.
Los ataques del titular del poder ejecutivo en contra del legislativo eran un
día, y al otro también, a tambor batiernte.
¿Qué temas llevaba la agenda del
poder legislativo? En julio y agosto del 2009 los diputados locales debatían en
torno a:
a)
La homologación de la elección federal con la estatal. Los diputados
proponían homologar y elegir a un gobernante por cuatro años y medio. El
ejecutivo proponía un interino a partir de enero del 2010. Había un problema.
De ser asi el interino sería el mismo Torreblanca por unos meses mas. El
argumento de los adictos al ejecutivo fue: “se violaría la Constitución, “pero
nada mas tantito. Se trata de un asunto sano y bueno”, argumentaban. A final de
cuentas se homologó. Tanto así que el actual mandatario durará en su cargo
cuatro años y medio.
b)
Ignacio Rendón Romero, polémico auditor general del estado, intimidó a
muchos diputados que fueron alcaldes en las últimas tres administraciones
municipales. Alguna vez el finado diputado Jorge Bajos Valverde nos comentó,
luego de una reunión en casa del también diputado Fermín Alvarado, en
Chilpancingo: “lo que hace Nachito está mal. Se le olvida que al intimidar a
diputados locales que fueron alcaldes, con el asunto de sus cuentas públicas,
también se llevaría entre las patas a la administración del mismo Zeferino Torreblanca en Acapulco”. Bajos fue
asesinado. Rendón aun anda en el ojo del huracán.
c)
Las agendas de pobres y ricos no coincidieron en un candente tema. El
gobierno estatal pretendía modificar la ley a efecto de vender, en bloque, el
agua potable de Acapulco a una operadora de Barcelona, España. Se trataba de
privatizar el servicio. Dejar a la paramunicipal de entonces el manejo
operativo y el administrativo a la Iniciativa privada barcelonesa. Se especuló
en ese sentido. Diputados de aquel entonces aseguraron que ese era el pago
prometido por Zeferino a quienes le
financiaron sus campañas a alcalde y gobernador, los empresarios españoles. No
se vendió en bloque el agua de Acapulco. Ganaron los pobres. El rico se irritó
con los pobres.
d)
El 13 de agosto de aquel año la diputada Gisela Ortega, hija de uno de
los alfiles de Zeferino, proponía en tribuna exhortar al gobierno federal para
“dar mas y mejor promoción turística a Chilpancingo”. El 20 de agosto
Chilpancingo fue conocido en el entorno mundial: mataron con un balazo en la
frente al presidente del Poder Legislativo de Guerrero.
El famoso
Discurso
En el primer año legislativo de la
LVII Legislatura Local aún no se reformaba la ley. Existía un presidente del
Congreso. Como estaban tan parejos priistas y perredistas acordaron un año uno
y un año el otro en la presidencia del Congreso. Aún era presidente Héctor Vicario, del PRI. A
causa de un debate en torno a la
asistencia, o no, del gobernador informar de sus labores al palacio
legislativo, Zeferino ofendió a los diputados.
¿Qué le dijo el entonces gobernador
al presidente de la mesa directiva del Congreso Local, Héctor Vicario
Castrejón?: Ignorante. ¿Qué cosa respondió Chavarría?: “El ataque del
Gobernador Carlos Zeferino Torreblanca contra el presidente de la Mesa
Directiva es un ataque contra el Congreso del Estado y evidencia el
distanciamiento del ejecutivo estatal hacia el Poder Legislativo”.
Ahí estaban, otra vez, las
diferencias. Luego el distanciamiento. Luego el divorcio entre las agendas del
ejecutivo y el legislativo. Luego el retiro de la guardia personal a Armando Chavarría. Luego los balazos y la
muerte.
El desaseo de la
procuraduría.
Ayer se cumplieron cinco años del vil
homicidio. Nos enteramos de cosas
extrañas. Por ejemplo, que Trinidad Zamora Rojo le confesó a Alberto López
Rosas que él fue autor material del crimen, en compañía de otros elementos
activos de la policía judicial de Guerrero. Que la orden la dio el entonces
gobernador Zeferino Torreblanca. También supimos que el expediente jamás se
perdió, como dijo en su momento el mismo López.
Extrañas cosas. Sabiendo de la
gravedad de las declaraciones de Zamora, el señor López le dejó libre. No le
detuvo. Tampoco le arraigó. Mucho menos le puso guardias a vigilarle. Le dejó
irse tan tranquilo a seguir su chamba como comandante a Chilapa, de donde lo
sacaron para hacerlo cachitos y dejarlo a las puertas de la Procuraduría de
Justicia con los dedos metidos en la boca. Le debe una explicación a la
sociedad, a la familia y a si mismo este ex procurador.
También leemos que muchos han tomado partido.
Algunos le llaman asesino a Torreblanca. Otros le defienden. Extraño asunto que
sucede cada año desde hace un lustro. ¿Cómo llamarle asesino a Torreblanca? ¿Le
llamamos así a Venustiano Carranza por haber ordenado la muerte de Pancho Villa
y Emiliano Zapata, porque no obedecían las órdenes del señor Presidente? Por
supuesto que no. Les decimos decisiones de Estado.
Tampoco se le puede defender. Sobre
todo los compañeros periodistas. Por un elemental sentido de solidaridad deben
recordar que durante su sexenio fueron asesinados doce periodistas y, en el
caso emblemático de Amado Ramírez Dillanes, se negó incluir la declaración del
único testigo presencial del homicidio cuando le escucharon decir: “esos no son
los asesinos de Amado”.
Armando Chavarría.
Fue Diputado Federal en la LVII
Legislatura del Congreso de la Unión de México.
Posteriormente fue electo Senador de la República en la LVIII y LIX
Legislaturas, de 2000 hasta su solicitud de licencia al cargo, el 30 de marzo
del 2005, para asumir al día siguiente, 1 de abril, el cargo de Secretario
General de Gobierno por designación del gobernador de Zeferino Torreblanca
Galindo.
Con anterioridad fue precandidato del
PRD a Gobernador de Guerrero, compitiendo en las elecciones con el mismo
Zeferino Torreblanca Galindo y habiendo obtenido el 22% de los votos.
Renunció como Secretario de Gobierno
el 6 de mayo de 2008, para incorporarse a la campaña política de su partido que
lo llevó a ser Diputado Local y coordinador de la bancada perredista del
Estado, además de Presidente del Congrego de Guerrero. Era considerado como el
más viable candidato de su partido a gobernador del estado en las elecciones de
2011.
El 20 de agosto de 2009 fue asesinado
en Chilpancingo cuando salía de su domicilio particular, siendo dicho asesinato
ampliamente condenado por el medio político mexicano.
TRASCENDIÓ
QUE uno de los síndicos municipales
del ayuntamiento Convergente de Acapulco asegura que ya tiene amarrada la
diputación federal plurinominal en el próximo 2015. Sostiene que entregó una
cajita de “Corn Flakes”, con algo asi como tres melones, para asegurar su curul
en el Congreso de La Unión. ¿A quién nos referimos? Nada más son dos síndicos
municipales. ¿CornFlakez y melones? Tal vez es un nuevo menú para el desayuno
QUE el rechazo popular a las
pretensiones de Zeferino Torreblanca por volver a la política es de peso. No
logró reunir la cantidad suficiente de militantes para fundar su partido local
llamado Sinergia. Sus coqueteos en el Movimiento de Regeneración Nacional no
fueron vistos con agrado por el mismo Andrés Manuel López Obrador. En el Partido
Acción Nacional sonrieron cuando sondeo la posibilidad de postularse como
candidato a presidente municipal por los azules. Y de risa loca el editorial
escrito por Félix Salgado Macedonio en su periódico, La Jornada, al sostener
que Zeferino va como candidato por el
PRI. ¿Félix, el icono perredista en Guerrero, poniendo candidatos en el PRI?
Que alguien nos despierte. Tal vez nos perdimos de algo.
QUE la elección que se llevará a cabo
en el 2015 renovará también las presidencias municipales. La de Acapulco que es
la mas disputada, ya tiene nombres de aspirantes con fuerza real. Por el PRI se
perfila Rubén Figueroa Smutny. Por el PRD Ángel Aguirre Herrera y, de no
negociar y lograr el aval de MORENA, Evodio Velásquez con un impresionante
apoyo de las bases perredistas.
QUE CONSTE
Dice Ricardo Alemán en su Itinerario
Político del 18 de agosto, de El Universal, que es un hecho que Manuel Añorve
será el candidato del PRI a gobernador de Guerrero y que, seguramente, será
gobernador. Conste.