Especialistas de gastrocirugía y endoscopia del Hospital General Regional (HGR) N° 1 Vicente Guerrero del IMSS en Acapulco sustrajeron mediante la técnica de endoscopio, una pelota de plástico de cuatro centímetros que había sido tragada por un menor de ocho años de edad, y que de no ser atendido adecuadamente le pudo generar complicaciones graves a su salud.
“No me quiero morir, quiero vivir”, fueron las palabras que pudo pronunciar el pequeño Gael, originario de Chilpancingo, quien al estar jugando con una pequeña pistola lanza pelotas, la accionó de forma inversa, deglutiendo de forma inmediata el objeto de plástico, informaron especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Guerrero.
El cirujano de endoscopia del HGR N° 1, Fernando Díaz Rojas, explicó que el objeto quedó alojado en el músculo cricofaríngeo -músculo constrictor inferior de la faringe- y aunque le permitió de momento respirar con dificultad, podría complicarle esta función, además de que le era imposible ingerir cualquier tipo de alimento.
Destacó que a esa edad, el objeto era considerado grande para la tráquea del niño, ya que es muy pequeña, y le estaba causando problemas para respirar así como deshidratación, ya que le impedía completamente el paso a cualquier tipo de alimento.
Explicó que anualmente ocurren hasta 40 casos de pacientes que ingieren de forma accidental objetos diversos como dientes, juguetes, monedas, objetivos metálicos, entre otros. En este caso, indicó que no requirió cirugía y fue posible la técnica de endoscopia, por lo que el menor fue dado de alta en pocas horas con cuidados específicos.
En tanto, la madre del menor, la señora Rosa María Avilés, explicó que la pistola con pelotas de plástico fue un regalo el día del niño para Gael, sin embargo, por lo que recomendó vigilar los juguetes y otros objetos a los que se les da acceso a los menores.
El pequeño paciente, quien curso el tercer año de primaria, comentó que por indicación médica descansará unos días antes de volver a sus labores diarias, ya que debe guardar reposo por pequeños molestias en la garganta, “me dolía mucho tener la pelota atorada y no podía comer nada”.
La madre del menor indicó que todo el personal IMSS, tanto del Hospital General de Subzona con Medicina Familiar No.3 en Chilpancingo –donde es su adscripción-, y del HGR N° 1 les ofrecieron un trato adecuado y agradeció la atención médica.