Ya ni causa asombro, la enorme movilidad de diversos actores políticos quienes pretenden impactar saltando de partido en partido de manera oportunista para arribar a cargos de elección, de cara al proceso electoral del 2021. La política es una industria millonaria que también mueve muchos intereses.
Varios de aquellos políticos que ahora cambian de chaqueta, ya están demasiado “lampareados” y no han dado los resultados esperados; utilizan los cargos para enriquecerse, para traficar con el poder y hasta tienen animadversión social.
El partido que ha mostrado movilidad desesperante, es el PRD, que va en caída libre y tiende a desaparecer. Sin embargo, su dirigente -Ángel Ávila-, pretende hacer aparecer al PRD como “poderoso”, que arrolla en elecciones. Eso es una soberana mentira. El PRD ya vivió sus mejores tiempos, hace más de diez años.
La estrategia del PRD, es hacerle creer a la dirigencia nacional del Morena, que tiene tal fortaleza para ganar en el 2021, lo cual es una falacia. El PRD, tiene como estrategia montarse en una -supuesta- “ola ganadora” en la elección intermedia.
Todavía es un misterio cómo será la próxima elección y cuáles serán los resultados, en el entendido que el presidente López Obrador, ya no aparecerá en la papeleta. Morena gana con el nombre de AMLO. Es el sello de garantía del producto; sin él, quien sabe qué pasará.
Una sarta de estupideces vino a decir a Guerrero el dirigente Ávila, cuando declaró que el PRD “podría ganar la gubernatura de Guerrero”; luego, se desdijo y aclaró que “si hay un externo mejor ubicado que Reyes y Ovodio, el PRD lo postulará”.
Lo que no dijo Ávila, es que el mejor posicionado sigue siendo el ex gobernador Ángel Aguirre, pero a éste lo persiguen fantasmas de Ayotzinapa; no lo dejan en paz.
El PRD, carece de aspirantes de peso completo para la competencia; los que tiene son “cuches flacos” -dicen en costa chica-, comparados con Aguirre. Los aspirantes del PRD, Evodio y Reyes, tienen mala fama y están muy desprestigiados.
Ávila, tampoco dijo que la mayoría de los diputados federales del PRD firmaron (2015) el Pacto Por México del ex presidente Enrique Peña Nieto. La mayoría de los legisladores recibieron cientos de miles de pesos por votar a favor de la iniciativa del ex mandatario nacional.
Ávila, anticipó que el PRD no hará alianzas con el PRI ni con el PAN. ¿Y los chuchos, cuánto recibieron por firmar el PPM?
Quien dio la nota “impactante”, el pasado domingo, fue el ex diputado Sebastián de la Rosa Peláez: Abandonó el PRD, y se incorporó al PT, un partido satélite de “izquierda”, que regentea el corrupto multimillonario y costal con mañas, Alberto Anaya, quien se montará en la ola del Morena.
La “tirada” de Sebastián, es pasar por el filtro del PT; es una manera de meterse al Morena, aunque en el pasado fue acusado de haber impulsado y protegido al ex alcalde Iguala, José Luis Abarca.
Quien no se puso nada contento con la intromisión de Sebastián al PT, es Victoriano Wences, quien a través de las redes sociales ya se “auto destapó” como precandidato a la gubernatura; hasta se comparó con el aspirante del Morena, Luis Walton. “El Zorrillo”, como se le conoce a Sebastián, también quiere ser candidato del PT a gobernador, aunque los lectores no lo crean.
Por cierto, el pasado fin de semana los diputados Antonio Helguera Jiménez y Zeferino Valdovinos, recorrieron tierra caliente “por la unidad del Morena”. ¿Quién se los cree?... ¡Nadie!
Algún lambiscón -¿será Bulmaro?- le dijo a Helguera que, “tiene posibilidades de ser candidato a gobernador”. Toño, se la creyó; por eso ahora anda soltando dinero en tierra caliente, en una inútil como costosa precampaña que solo tiene como objetivo molestar a su enemigo el delegado fifí, Pablo Amílcar Sandoval.
En el Congreso, los diputados del Morena, todavía están esperando que su ex Coordinador Antonio Helguera, les reparta 36 millones de pesos que depositó en sus cuentas; ese dinero es producto de los ahorros que tanto cacaraquearon legisladores morenistas.
Toño, les vio la cara de idiotas a sus compañeros de bancada del Morena, y ahora anda gastando a diestra y siniestra los dineros del Congreso, en anticipada precampaña como precandidato a gobernador del estado… ¡pero de ebriedad!
Otro que también pretende volver a la palestra, es el polémico ex senador y ahora próspero magnate hotelero en Acapulco, David Jiménez (sin) Rumbo. Apenas inauguró su hotel de 5 estrellas con 50 cuartos en el puerto. ¡Felicidades!
Ofrecerá conferencia de prensa este día donde volverá acusar al ex gobernador Zeferino Torreblanca de ser autor intelectual del asesinato del ex diputado coordinador del Congreso, Armando Chavarría.
Lo que ahora vemos, es la caliente etapa de los chapulines y camaleones, muchos de ellos políticos en desgracia, o que están en la fría banca y que pretenden resucitar, al costo que sea. Así es el patético espectáculo político, de cara al 2021… ¡Cosas peores veremos!... Punto.