GABY CARMONA |
La clase política en
Guerrero anda en busca de la brújula perdida, no la encuentra, la desesperación
se les empieza a notar en sus rostros, en sus pláticas de café, en los
comentarios de oficina; sus trabajadores tienen la consigna de informales
cualquier rumor por pequeño o grande que sea, de lo que se trata es de estar
informado “tenemos que acertar y ponernos en la sombra política correcta que no
va a dar cobijo durante los próximos años” han dicho.
Por eso usted puede observar
que hay una clase política que se ha empezado a mover, especialmente en las
redes sociales, en donde publicitan sus eventos, sus encuentros, sus reuniones
con amigos, con sus seguidores, con los que ellos consideran que en un momento
determinado los pueden apoyar y sí para eso hay que celebrar el cumpleaños,
pues hay que hacerlo, lo importante dicen es ser vistos.
No importa que algunos
tengan cuentas pendientes, no importa que al haber estado en el poder hayan
cometido irregularidades, eso no importa, total que el pueblo, siempre olvida y
al olvidar está condenado a repetir la historia.
En Acapulco el transporte
urbano, tiene en su “cola” permítame la expresión, las imágenes de una clase
política cuestionada, rostros de hombres y mujeres, que buscan seguir viviendo
del presupuesto estatal, federal o municipal, no importa que al ocupar el cargo
no hayan realizado obra alguna a favor de sus representados, al fin y al cabo,
a sus representados llegado el momento le tiran una torta con jamón, un jugo y
una manzana para completar la nutrición.
Qué le importa a la clase
política guerrerense que sus representados sigan padeciendo los embates que les
dejó el huracán Manuel, qué les importa a esa clase política que los
guerrerenses más pobres sigan esperando la ayuda federal, esa cuya secretaria
que encabeza Rosario, -sí la misma que hizo su "chochinito" en el
gobierno del distrito federal- los ha olvidado. Y cuando se aparece viene hacer
turismo social.
Todos los funcionarios andan
en busca del hueso, a un año y meses de que concluya el gobierno que les dio la
oportunidad de convertirse en Secretarios de Despacho y directores de
diferentes áreas de gobierno y que nada más no dieron el ancho. Hoy esos
políticos andan en busca del bueno o la buena para irse a la cargada.
Y es que las señales de humo,
blanco o gris, no ha salido como ellos quisieran. Algunos se les puede ver un
día con el Jaguar, al otro día con Sofío, después con Mazón, hay quienes
aseguran que la mejor opción es Astudillo pero luego cambian de opinión y en
los últimos días empiezan a ver con ojos de amor a la Secretaria de Turismo
Federal, quien solo sonríe ante el caravaneo de sus paisanos políticos.
Por lo pronto así se la van
a llevar, de apechito, unos días con unos, otro día con los de enfrente, el
chiste está en no quedar fuera de la jugada y menos del presupuesto, porque
vivir fuera del presupuesto es vivir en el error. Veremos que pasa.