Hoy cae en la telaraña de
los artistas tétricos Xia Xiaowan. Creador chino nacido en Beijing en 1959,
graduado en la Academia Central de bellas artes en 1982 y que actualmente
combina su creación artística con las clases de profesor en la Academia Central
de Drama de Beijing.
Desde su graduación en
bellas artes, Xiaowan ha realizado una búsqueda constante del medio ideal en el
que plasmar sus obras y con el que comunicarse con el público como el realmente
deseaba. Como él explica, “mi objetivo no es hablar sobre el arte de “dibujar”,
sino de incitar a una reflexión sobre el arte de “ver“.
En el 2003 parece que por
fin encuentra su ansiado soporte. Dejando al lado óleos y otras técnicas
pictóricas usadas hasta la fecha, se zambulle de lleno en una nueva técnica
que, por nueva, todavía no tiene ni tan siquiera un nombre consolidado. Se
trata de una serie de pinturas realizadas sobre vidrio y cristal ahumado de
forma bidimensional, más tarde, los vidrios son puestos de forma secuencial uno
tras otro hasta terminar la obra, que de pronto aparece como una escultura en
tres dimensiones.
Según parece, esta técnica
está inspirada en las radiografías de rayos X, en las que se consigue un efecto
parecido.
A esta técnica tan
espectacular y novedosa, hay que sumar el estilo surrealista de Xia Xiaowan,
donde sus personajes pierden sus propiedades reales y son despojados por completo
de las leyes evolutivas.
El espectador, da vueltas y
vueltas alrededor de sus creaciones que, con la iluminación adecuada, parecen
levitar en su cristalina jaula, mostrando mil y un puntos de vista diferentes.
Rostros terroríficos que parecen seguirnos con su mirada, seres deformes en
posiciones grotescas que amenazan, en un momento inconcreto, con cobrar vida y
salir de su prisión de cristal.