Por fin se ha logrado lo que
por años han buscaron los científicos del cerebro, reconstruir los rostros que
vemos analizando la actividad del cerebro. Se empieza a despejar el camino que
hará posible leer y grabar lo que las personas imaginan.
Un equipo de investigadores
de Yale ha dado un impresionante paso adelante en el conocimiento del cerebro.
Este inquietante avance permite a los científicos utilizar una máquina de
resonancia magnética y un algoritmo para reconstruir visualmente caras vistas
por sujetos de prueba. Como vemos abajo, esta técnica arroja resultados con un
impresionante nivel de exactitud. Extrañamente, estos resultados parecen ser
posibles específicamente porque el cerebro procesa los rostros de una manera
distribuida.
Desde que los científicos
del cerebro encontraron nuestro procesador visual (el lóbulo occipital) han
intentado leer e interpretar su actividad para reconstruir datos visuales.
Razonaban que un modelo suficientemente detallado de cómo cada “pixel” que
vemos se representa en el cortex visual permitiría una reconstrucción uno a uno
de cada aspecto de una imagen, sin embargo eso sólo es parcialmente cierto.
Cuando vemos imágenes como
edificios o muebles, objetos simples y no emocionales, vemos sobre todo con
nuestros ojos. Pero cuando vemos un rostro humano, vemos tanto con nuestro
cerebro visual como con nuestro cerebro emocional, y vemos a través de los
lentes de la confianza, la seguridad, la atracción sexual, etc.
Inquietante avance permite a
científicos leer el cerebro y reconstruir las imágenes que vemos.
Para dar cuenta de esto y
poder ver lo que los participantes vieron, el equipo redujo una serie de fotos
de prueba a una lista más pequeña de Eigenfaces, mapas faciales simplificados
que cubrían la mayoría de las variaciones en las caras de prueba, a pesar de
ser bastante menos numerosos y complejos. El programa entonces grabó e hizo
referencias cruzadas de los patrones de excitaciones neurales en respuesta a
sus Eigenfaces, y tomó estas lecturas de respuestas dentro y fuera del lóbulo
occipital. Cuando los “rostros de prueba” experimentales fueron mostrados a los
mismos participantes, su respuesta neural fue reconstruída para generar una
nueva Eigenface mejor ajustada.
Esta investigación utilizó
escáneres IRMf (Imagen por resonancia magnética funcional), que detectan la
excitación neural en tiempo real. Los resultados son la primer lectura directa
de información visual fuera del cortex visual, y como se puede ver en la imagen
superior, provee poderosos resultados. Ambas construcciones, la occipital y la
no-occipital, son inferiores a la imagen que concentra toda la información
cerebral. Viendo áreas como el cortex temporal ventral, esperan tener una visión
más detallada de la percepción que nunca antes. La tecnología apunta a leer las
imágenes en el ojo de tu mente como opuestas a las vistas simplemente con tus
ojos físicos.