lunes, 7 de abril de 2014

LA UAG ENTRE EL DERROCHE Y EL AVASALLAMIENTO Por Gaby Carmona Astudillo

El informe de Javier Saldaña Almazán, rector de la Universidad Autónoma de Guerrero fue avasallador, como nunca antes; Lo hizo lejos y fuera de Ciudad Universitaria, la que se supone es su alma mater.
Saldaña Almazán parece haber olvidado que fue electo por una clase estudiantil que veía un proyecto de universidad más cercano a ellos y lejos de la clase política en el poder que siempre ha pretendido avasallarla.
GABY CARMONA ASTUDILLO
El otrora rector de la Universidad Autónoma de Guerrero se ha dejado seducir por el poder político y por los supuestos amigos que le han salido al paso, esos que le han venido realizando un lavado de cerebro en el sentido de que si se lo propone “él puede convertirse en gobernador de Guerrero” nada más lejos de la realidad.
La clase política que logró convocar o que se dejó convocar, a un año y meses del cambio de poder, fue sentada en primera fila, ahí estaban los ex gobernadores que tanto daño le han hecho a la máxima casa de estudios y claro, el daño irremediable que le hicieron durante su gestión al pueblo de Guerrero, de esa clase política y de líderes oscuros se rodeó Saldaña Almazán en su primer informe como rector.
La actitud que está asumiendo Javier Saldaña Almazán, me lleva a recordar los actos protagónicos que hizo Rosario Robles en su paso por la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática, cuando envuelta en el poder económico que le otorgó Carlos Ahumada sacó al PRD de los lugares cochambrosos y lo llevó a  lugares de lujo, le dio Rosario Robles al PRD otro nivel político y social. ¿El resultado? Corrupción, malversación de recursos, deudas impagables pero sobretodo, alejó de su base militante. Después de Robles el PRD no ha podido sobreponerse a los escándalos de corrupción.
El despliegue de poder que ha venido realizando Javier Saldaña Almazán, en donde da la impresión de estar más ocupado y preocupado por posicionar su imagen ante los guerrerenses, que estar atendiendo los graves problemas que enfrentan diferentes facultades universitarias, en donde la falta de registro de varias especialidades impiden la expedición de títulos y por ende el trámite de cédulas profesionales, es decir, los alumnos pierden cuatro o cinco años y no obtienen un sencillo certificado de estudios.
El control de poder que tiene Saldaña Almazán lo obtiene a través de las dádivas del dinero, con la compra de voluntades, con silenciar protestas y amenazar a quienes no están de acuerdo en su forma de llevar las riendas de la Universidad Autónoma de Guerrero, en donde la entrega de vehículos oficiales y los salarios millonarios son  un verdadero escándalo.
El informe de Javier Saldaña tuvo un solo fin, mostrar musculo político, porque en su cerebro anencefálico le han metido la idea de que puede ser gobernador, no importa que para recorrer ese camino se haya aliado con lo más oscuro de las esferas del poder y social, toda vez que la Universidad Autónoma de Guerrero soporta esos enormes despilfarros de dinero y otras cosas más, ojalá que Saldaña no vaya a terminar como Rosario Robles, en medio del escándalo, solo, señalado y en el exilio. Veremos qué pasa.