El empresario y político
guerrerense, Rubén Figueroa Smutny se reunió este lunes con la Asociación de
Mujeres de Prensa, donde dio a conocer sus aspiraciones en las próximas
elecciones municipales y esbozó parte de sus estrategias de gobierno, con el
tema de seguridad como punto focal de sus propuestas.
Quien fuera diputado local
por Iguala y se destacara como miembro de la bancada priista en Guerrero,
indicó que en los últimos dos años, 18,000 negocios han tenido que cerrar por
el clima de violencia que predomina en la ciudad, "antes el problema
principal de los acapulqueños era el agua, hoy es el tema de la
seguridad".
Identificado como un
ciudadano interesado en participar en el proceso electoral y convertirse en el
próximo alcalde de Acapulco, afirmó estar negociando con varios partidos, pero
que de no concretarse, seguirá la vía independiente.
Sustentado en una
prolongada carrera en la función pública, Figueroa Smutny afirma que, para
contrarrestar los índices de violencia, es necesario diversificar las
estrategias, invertir en la educación para "resarcir el tejido
social", pero también enfrentar con acciones frontales a la inseguridad.
Afirmó que los pactos de
seguridad carecen de sentido pues en lugar de pedirle a la ciudadanía sumarse a
las autoridades en el combate a la delincuencia, los gobiernos deben actuar y
con hechos sumar la voluntad de la gente.
La certificación de los
policías, dijo es un tema pendiente de las dos últimas administraciones que no
se pudo llevar a cabo, por tal motivo, señaló es necesaria una policía
capacitada porque es imposible armar una estrategia exitosa contra la
delincuencia.
Señaló que los gobiernos
municipales son quienes reciben las críticas más severas cuando se habla de
resultados en los operativos que se realizan en cooperación con los gobiernos
estatal y federal. Indicó que la policía municipal debe tener como objetivo
hacer frente a ilícitos como el robo, la extorsión, cobro de piso y demás
delitos del fuero común, pues son los que más aquejan a la ciudadanía.
En cuanto a la política
social refirió una doble estrategia para alejar a los jóvenes de la
criminalidad, por un lado incentivar el desarrollo laboral, brindando las
oportunidades necesarias e ingresos dignos y en segundo lugar generar una
conciencia de legalidad y de que sus acciones generan consecuencias, tanto
positiva como negativamente.