MOSÉS SÁNCHEZ LIMÓN |
¿Qué negociaron Ricardo Anaya Cortés y
Miguel Ángel Mancera? Lo que haya sido, es de elemental praxis política la
reserva de esos acuerdos que nunca dejarán en la orfandad a una de las partes.
Al paso del tiempo, no mucho, se
conocerá la entraña de lo que ambos acordaron para concluir un proceso como el
caso de la pelea arreglada; en el negocio de las trompadas el tongo es una
práctica harto conocida y de igual tamaño cuestionada e incluso descalificada.
Y es que, el tongo en el boxeo implica el
acuerdo en el que uno de los contendientes habrá de tirarse en algún momento
del encuentro. Pierde ante los ojos del respetable, pero en realidad ha ganado
una tajada de la bolsa en disputa o, en todo caso, un espacio para buscar otra
pelea, la revancha que le reponga del descrédito.
El que gana, gana igual aparentemente,
porque todo el mundo sabrá que es un falso campeón, cuyas andanzas futuras
carecerán de credibilidad. Por mucho que se haya convertido en triunfador, su basamento
es de arena, se diluye con la misma temporalidad de saberse poderoso.
Valga esta referencia en la analogía de la
decisión del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, de bajarse del caballo y
dejar el paso libre a Ricardo Anaya, cuando, días antes había presumido que el
PRD lo hubiese designado precandidato a la Presidencia de la República, cuando
la dirigencia del mismo partido sabía que la nominación no podía comprometerla
so riesgo de romper con el Frente Ciudadano por México.
Incluso, se molestó cuando Dante Delgado
Rannauro, presidente del Consejo de Administración de Movimiento Ciudadano,
adelantó vísperas y dijo que el acuerdo del FCM era que la candidatura a la
Presidencia correspondía a Ricardo Anaya Cortés, aún dirigente nacional del
PAN, en ese momento, y que Mancera sería algo así como coordinador de campaña y
luego jefe de la bancada frentista en el Senado, por la vía plurinominal.
Y, bueno, a Alejandra Barrales Magdaleno
le tocaba ser candidata del Frente al Gobierno de la Ciudad de México.
Mancera reaccionó y dijo que Dante sería
un buen secretario de Agricultura. Hasta ese momento todo indicaba que las
tribus perredistas y panistas arroparían al jefe de Gobierno de la capital del
país. Se vivía el momento del encanto con un aspirante que, sin rendir buenas
cuentas al frente de la administración capitalina, cabalgaba sin mayores
tropiezos.
Pero, hete aquí que una reunión en privado
llevó a Mancera a aceptar el acuerdo cupular, encabezado por Los Chuchos que no
dan paso sin huarache, y anunció que siempre no, que no buscaría la candidatura
de esta Coalición por México al Frente.
Y aunque reprochó que no haya habido un
proceso abierto para definir al candidato, aceptó bajarse de la contienda;
incluso ofreció que no renunciará al Frente, incluso sostuvo que trabajará por
éste, cuya paternidad invocó en esos días cuando Ricardo Anaya andaba con las
prisas de quedar bien con todo el mundo.
¿Cuál fue el acuerdo para que Mancera se
tirara a la lona al primer campanazo, sin intercambiar trompadas como marca el
librito con Anaya? ¡Vaya tongo!
Y es que, mire usted, mientras Anaya
Cortés era arropado hasta por quienes eran enemigos jurados, Miguel Ángel Yunes
Linares, gobernador de Veracruz, y el ex gobernador de esta entidad, Dante
Delgado Rannauro, en pos de la precandidatura de la Coalición por México al
Frente, Mancera ofreció una rueda de prensa, acompañado del ingeniero
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, para informar de su decisión de tirarse a la
lona.
¿Usted qué futuro augura al joven Anaya
Cortés, el que quedó de pie en el simulacro de pelea? La semana pasada
comentaba con el colega hidalguense Jorge A. Romero Navarro que, en caso de que
el nominado fuera Anaya, se rompería el encanto de un sueño acariciado por
Miguel Ángel Mancera. Y que se rompe. ¡Vaya tongo! Digo.
ACOMODOS.
Pero,
al equipo próximo a Mancera no le ha ido mal. Veamos. Luis Tovar, dirigente
capitalino de la Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y
Campesinas, CODUC, se registró como precandidato del PRD a una diputación local
en el distrito 4 de la Ciudad de México, que comprende la franja rural de
Tláhuac y Milpa Alta.
Los astros se alinean para el líder
campesino con la llegada de Manuel Granados a la dirigencia nacional del
partido del sol azteca, a quien la CODUC, una de las organizaciones integrantes
del Frente Auténtico del Campo, destapó por primera vez, en meses pasados, como
su candidato para suceder a Miguel Ángel Mancera en la jefatura de gobierno.
Seguramente, el ex consejero jurídico
valorará la lealtad de la organización que siempre lo respaldó en tareas
relevantes como la aprobación de la primera Constitución Política de la Ciudad
de México, en la que Luis Tovar cabildeó para que se aprobara una iniciativa
que impulsa el desarrollo rural con acciones productivas que garanticen la
soberanía alimentaria y se promuevan acciones de sustentabilidad ambiental en
beneficio de los capitalinos. Conste.
@msanchezlimon