Andrés Manuel López Obrador,
propietario de la franquicia MORENA, realizó una gira por varios municipios de mi
pozolero y mezcalero estado. De Costa Chica, estuvo en San Marcos,
Xochistlahuaca y claro que por supuesto, que desde luego que sí también estuvo
en el Bello Nido de mis infantiles chincuales.
Por demás está señalar, pero
lo haré, que tiene especial interés en mi terruño, y no precisamente, por ser
el municipio más importante de la Costa Chica, no pororóp, sino por ser la
tierra que vio nacer al ex Gobernador Ángel Aguirre Rivero.
Claro, no creo que le quite
el sueño si los morenazos no apañaren la alcaldía ometepequense, pues lo
prioritario y en lo que ha invertido un titipuchal de tiempo, dinero y
patrocinios, incluso pricolores (y si no, pregúntenle a Duarte) ha sido en
promoverse con miras a por fin, y de una vez por todas, convertirse en huésped
de Los Pinoles, que para ello está aplicando alma, corazón y vida en dar a
conocer a lo largo y ancho del territorio tenochca, su proyecto de nación.
Cabe destacar, que a
diferencia del discurso incendiario y harto rijoso al que nos tiene
acostumbrados, en su visita a Ome se le vió ‘’frejco, suave y bajito’e sal’’.
Eso sí, nada de marchar o caminar con el peladaje, por el contrario, permaneció
arriba de la camionetona blanca, hasta llegar al Paradisse, donde la paisanada
lo esperaba desde dos horas antes. Su discurso, mesurado, nada de hacer
señalamientos incendiarios, o estigmatizar con apodos a sus adversarios
políticos. ¡Bien! Y neta, eso se le agradece. Además de que no es con sus
calificativos de ‘’Chachalaca, mafia del poder, señoritingo’’ como podría
obtener el triunfo, así que demás resultan sus chistosadas.
Ojalá sus seguidores, imiten
o cuando menos traten de estar a la altura de su candidato, al menos en este
tramo de su proselitismo andante, cuando (al menos en el Bello Nido) se le vio,
mesurado, tranquiquis, nada rijoso) dejando a un lado las agresiones, las
burlas por las características físicas de Meade por ejemplo, las sistemáticas
faltas de respeto a todos los militantes de otros partidos, etcétera, etcétera.
Neta, lacera el alma,
atestiguar la sarta de ofensas plagados de improperios, que en el nombre de
AMLO, cometen a cada momento sus fanáticos seguidores. Caray, caray, ¿No debería unirnos el
paisanaje, más allá de las preferencias partidistas?...digo!