Neta no se si es un espíritu
de contención el que lo tiene sometido, o él solito se echa a andar, pero el
debraye que protagonizó don Marquito a principios de semana cuando apareció en
el noticiero ‘’En Punto’’ de Denisse Maerker, a más de uno hizo pensar que el
chispado alcalde de la capital mundial del pozole, o bien anda aptudimoder de
paranoico o de plano le andan haciendo tierra los cables, gachamente.
El sainete que armó ante las
cámaras del noticiero nocturno, pintan de cuerpo entero a un hombre
desquiciado, tratando de justificar la ineptitud –entre otras cosas- por la que
lo chisparon de la alcaldía chilpancingueña. Sumada a esa ineptitud, se le
acumuló la irresponsabilidad y la soberbia que ya formaban parte de su
personalidad, pero tan pronto apañó la silla presidencial municipal, se endiosó
a grado tal que se sintió lucero inalcanzable.
Se mareó gacho. Le dio
váguido. Nunca ejerció ni oficio político y mucho menos, arrestos para gobernar.
La ciudad capital se convirtió en un caos, mientras a MALITO, le hacía la tarea
el Gobernador Astudillo. Arajo, ¡y todavía se hace la víctima!
Caray, cuando de no ser por
el espaldarazo de Astudillo a la campaña de MALITO, convocando a los diferentes
cabezas de grupo para brindarle todo el apoyo al zurumbaco Leyva Mena, en aras
de no perder Chilpancingo, ahora resulta que es un mártir cuando la neta es que
resultó ser el más chafa de los presidentes municipales de Chilpo, que no dio
ni el ancho ni el largo y que fue precisamente su irresponsabilidad y soberbia,
lo que lo llevaron a la chispada que le dieron en octubre, los compitas del
Congreso.
MALITO suelta la lengua
nomás porque esta no tiene hueso, y es tal su enfermizo afán por reivindicarse
y regresar a la oficina de la presidencia municipal, que sin rubor alguno y
mucho menos temor reverente a Dios, arma terrorífico sainete, involucrando
incluso a la familia del Gober Astudillo en una historia emanada de la
zurumbaquéz que padece.
Una de dos, o necesita más
baaax, o de plano ya no debe ver tanto el canal 5. Y prefiero cortarle aquí a
esta entrega, para no recordar, por no lastimar a su esposa ni a una amiga mía,
la facilidad con la que sabe mentir. Una cosa es neta ¡y del planeta! MAL anda
MAL…y de malas. De muy malas.