¿QUÉ LE OFRECIERON AL ALCALDE DE Xochihuehuetlán, Carlos Arriaga Ramos, para cambiarse de bando, y de partido? ¿Es decir, para que traicionara al PT, por quien fue candidato y ahora alcalde, y se pasara a las filas del PRD? A simple vista parece que nada concreto, más que el compromiso de que van a ayudarlo, pero a gastarse el presupuesto que habrá de recibir el municipio que hoy gobierna.
Porque si bien es cierto que en el Congreso local, el PRD tiene mucho más diputados que el PT, es difícil creer que por ello le asignen un mayor presupuesto para Xochihuehuetlán, en razón de que quien lo decidirá será la fracción parlamentaria de Morena que es mayoría, seguido de la del PRI que representa la segunda fuerza política, de tal forma que por ese lado no gana, y mucho menos el municipio que encabeza.
Y si al alcalde en cuestión le prometieron que le iban a asignar recursos para obra pública desde el Congreso federal, sin duda no consideró que en éste la bancada del PRD es muy reducida, y muy superior a ésta la fracción de su antiguo partido, el PT, de quien pudo haber obtenido mejores partidas para Xochihuehuetlán.
Hay que decirlo. Se puede hasta entender la traición del hoy diputado morenista Servando de Jesús Salgado, porque en el PT no le dieron lo que era la fracción parlamentaria en el Congreso local, y porque además ambicionaba la Comisión de Transportes, aunado a que le ofrecieron hacerlo candidato a alcalde de Chilpancingo (jejeje), pero como hemos dicho, no se entiende la traición de Carlos Arriaga.
Es obvio que en política nadie da “paso sin huarache”, pero todo indica que se cuentearon al alcalde de referencia, pues incluso es en el PRD donde menos tiene posibilidades de ser candidato y seguir en la grilla. Y es que además en Xochihuehuetlán la mayoría de la población milita en el PT, partido por el que ganó el hoy perredista.
En efecto, en Xochihuehuetlán la mayoría de la población milita en el PT, incluso por sobre Morena, que como ya todos sabemos, arrasó en el estado y el país, de tal forma que si Arriaga Ramos no hubiera competido bajo la bandera del Partido del Trabajo, difícilmente hubiera ganado la alcaldía.
A propósito, en Xochihuehuetlán les cayó como cubetazo de agua fría la noticia de que Carlos Arriaga Ramos traicionó al PT para irse al PRD. Las primeras reacciones es que los habitantes de ese municipio votaron por un candidato del PT, “no por un traidor nalgas-prontas, que como las prostitutas se va con quien le ofrece más”.
“Es un malagradecido, un hijo de pu… aunque quien traiciona una vez traiciona siempre”, es el comentario generalizado en ese municipio, cuya población señala que quien pierde es el Ayuntamiento, en razón d que será difícil que los diputados federales del PT, que están en alianza con Morena, le asignen recursos extraordinarios a un alcalde traidor.
Y es que el hoy alcalde del PRD no le consultó a la población su cambio de partido. Es decir, “traicionó a quienes votamos por él”.
A propósito, el excoordinador del PT en el municipio de Xochihuehuetlán, quien también se sumó al PRD es cuñado de Carlos Arriaga, de tal forma que es hasta normal que también haya traicionado a su partido. “Son unos jijos de la chingada”, dicen en aquel municipio.
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