DE LOS 80 ALCALDES DEL ESTADO, hay que decirlo, sólo el de Chilpancingo ha iniciado una serie de foros para elaborar el Plan Municipal de Desarrollo, documento que, tras ser aprobado por el máximo órgano de gobierno del municipio, que es el Cabildo, servirá como plan rector para el gobierno que desde el 30 de septiembre pasado, encabeza Antonio Gaspar Beltrán.
Dicen en mi pueblo que “desde pequeño luego luego se ve quién va a ser cabrón”, chingón, pues, y “Toño”, o “Toño Gaspar”, como le dicen de forma familiar al alcalde capitalino, ni duda cabe que es uno de ellos. Y es que desde que asumió el cargo, la capital del estado va cambiando de rostro.
En el caso de la seguridad pública, si bien es cierto que es el talón de Aquiles de todo gobierno, es indudable que ha mejorado de manera sustancial, lo que no significa que se ha acabado la violencia. Sin embargo, siendo justos hay que decir que los recorridos y filtros policiacos se sienten y se ven.
Así, por ejemplo, en las calles de la ciudad hay menos basura, producto de que su recolección por parte del Ayuntamiento funciona, a pesar de que en el primer cuadro la mayoría de los comerciantes son cochinos por naturaleza, al sacar sus desperdicios a la calle, incluso cuando minutos antes pasó el carro recolector.
Y algo muy bueno. El Palacio municipal permanece abierto, es decir, con sus áreas de gobierno trabajando, y no cerrado como ocurría hasta hace poco, afectando con ello la administración pública y la suspensión de diversos servicios en perjuicio de la población que, día a día, también sufría por los bloqueos a las calles del Centro de la ciudad capital.
Un tercer punto donde se siente la acción del gobierno es en el del agua potable. Contrario a lo que ocurría hasta hace un mes, el servicio se restablece poco a poco, primero porque hay un claro objetivo de distribución, y segundo porque aún y cuando hay problemas en la Capach, los paros de trabajadores han cesado, como consecuencia de que hay un compromiso por hacer bien las cosas.
Más aún, ha iniciado la ejecución de obra pública y se lleva a cabo un ambicioso programa de bacheo en la ciudad para acabar con todos los baches existentes en las calles. Y aún más, dijera aquel famoso presentador de estrellas de la televisión, el presidente municipal de Chilpancingo, Antonio “Toño” Gaspar Beltrán, tiene una excelente relación con las autoridades estatales y federales, con quienes ya trabaja de manera coordinada por la capital del estado.
Hay que decirlo. A 25 días del nuevo Gobierno se siente que empiezan a cambiar las cosas en Chilpancingo. Y es que, por ejemplo, las diversas áreas del Ayuntamiento funcionan y se otorgan con normalidad los servicios públicos. Y algo muy palpable: el zócalo de la ciudad fue recuperado para beneficio de todos los capitalinos, dado que estaba en poder de un grupo de comerciantes que lo tenían convertido en un mercado.
“Salió bueno”, dirían en mi pueblo. Y prueba de ello es que ya está gestionando recursos en el Congreso federal para que los etiqueten al presupuesto de Chilpancingo. Y prueba de ello es que en estos días buscará al propio Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para que le ayude a sacar de la bancarrota en la que se encuentra el Ayuntamiento.
Apenas la semana pasada, el gobernador Astudillo Flores emitió un mensaje desde el Congreso del estado, en donde precisamente informó de la situación actual que guarda la administración estatal, de los logros y acciones realizadas, y por supuesto de los pendientes que, dicho sea de paso, no es por ganas, sino porque son estructurales.
Ni duda que Gaspar Beltrán tiene bien claro lo que requiere Chilpancingo y lo que debe hacerse. Ni duda cabe que está bien cierto que solo no podrá hacer mucho, y por ello ha convocado a los capitalinos a participar en los foros de consulta que ya se llevan a cabo para elaborar el Plan Municipal de Desarrollo. La obra pública, ha dicho el alcalde, la decidirá la población, no yo.
EN OTRO ASUNTO, ESTE MIÉRCOLES el gobernador del estado rindió un informe regional en el puerto de Acapulco, en el marco de su tercer Informe de Gobierno, y en el que dio a conocer las obras ejecutadas y las acciones realizadas en ese municipio en favor de la población.
El problema de Guerrero, dijo entonces, no es de política, sino de violencia, para dar a entender que salvo ésta, la entidad se encuentra en el curso normal.
En fin que después del informe regional de Acapulco; el 28 de octubre será en Olinalá, en la región de la Montaña; el 31 en Atoyac, Costa Grande; el 8 de noviembre en Marquelia, Costa Chica; el 11 de noviembre en Taxco, región Norte; y el 14 de noviembre en la Tierra Caliente.
Comentarios: julio651220@hotmail.com
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