*ANTONIO GASPAR, POR LA
REELECCIÓN
Morena ha dejado a muchos
damnificados en su proceso de selección de candidatos.
Al igual que en varios
municipios, en Chilpancingo han sido excluidos para la presidencia municipal el
doctor Gustavo Alarcón Herrera y Silvia Alemán, quienes no fueron considerados
en las encuestas y se comenta por los mismos morenistas, que la selección de
candidaturas tuvo un motivo económico.
Por la misma razón, Antonio
Pérez acudió este lunes con sus seguidores a tomar las instalaciones de su
partido al ser excluido en el proceso de selección del candidato a presidente
municipal.
La queja es común, no saben
quién, ni dónde y a quiénes les aplicaron la dichosa encuesta.
Y eso es generalizado en el
estado, así que los procesos de impugnaciones apenas empiezan y pronto será una
lluvia de estos para echar abajo las decisiones cupulares del partido guinda.
Mientras el Toro sin cerca
sigue echando pleito contra las autoridades el INE y ahora anunció que van a ir
a la casa de cada consejero ciudadano a increparlo directamente, lo que pronto
fue considerado como una amenaza.
No obstante, algunos
consejeros dijeron no sentirse intimidados por Félix Salgado, y tampoco
presionados por su movimiento.
Veremos este martes que
deciden en torno a la candidatura del Toro, por lo tanto Mario Moreno y la
dirigencia del PRD dicen que sí va a haber elección.
Que en México existen
instituciones fuertes y que la elección no es al gusto de nadie.
MIENTRAS EN LA CAPITAL, TODO
PARECE INDICAR QUE el candidato a presidente municipal por la Alianza del
PRI-PRD va a ser Antonio Gaspar Beltrán.
Para muchos puede ser una
sorpresa, ya que había anunciado su retirada del proceso de selección interno
del PRD porque la situación se estaba convirtiendo tirante entre tres
aspirantes.
Finalmente, las dirigencias
de ambos partidos decidieron que debería ser el mejor posicionado de los tres
participantes, y ese fue Gaspar Beltrán.
Y porque se respetaron
acuerdos de que donde cada partido era gobierno, debería poner candidato.
Es obvio que un candidato no
podrá ganar si no cuenta con la fortaleza de ambas estructuras, la del PRI y la
del PRD.
Por lo tanto, hará falta una
operación profunda en las filas priistas y perredistas para evitar divisiones y
segregaciones de aspirantes.