domingo, 25 de marzo de 2012

La intensa actividad sísmica no es cosa del otro mundo “hay que saber vivir con este tipo de fenómenos” señalan especialistas



CHILPANCINGO, Guerrero a 24 de marzo de 2012.- Son normales las réplicas que se han presentado después del sismo del pasado 20 de marzo que tuvo una intensidad de 7.4 grados en la escala Richter, porque después de un fenómeno de ese tipo, se tratan de distender y liberar las fuerzas residuales que quedaron en la corteza.
El catedrático de la Universidad Autónoma de Guerrero, Roberto Arroyo Matus, explicó que si hay una gran vibración de energía o un gran rompimiento, por lo regular quedan esfuerzos residuales que se tienen que estar liberando, justamente como ha ocurrido hasta ahora, con un patrón más o menos definido, descendente de magnitudes y de frecuencia de los movimientos.
Por lo que es muy probable que si el patrón se mantiene disminuyan las réplicas hasta que prácticamente sean imperceptibles los movimientos, y por la forma en que se están presentando aparentemente se está reduciendo la frecuencia y la magnitud.
El internacionalmente reconocido ingeniero Civil señaló que el estado de Guerrero es una zona sísmica, que ha sido epicentro de innumerables sismos, siempre asociados a tectonismo y no a volcanismo.
“La sociedad debe comprender que vivimos en una zona muy sísmica, bastante peligrosa, nos tocó vivir aquí y hay que afrontarlo. No es cosa del otro mundo hay que saber vivir con este tipo de fenómenos”.
Asimismo, manifestó la importancia de tener la cultura de la prevención pero también de la revisión de las estructuras después de un sismo.
El catedrático de la UAG, destacó que brigadas de la Universidad Autónoma de Guerrero ya se encuentran en el municipio de Ometepec haciendo reconocimiento de daños que causó el movimiento telúrico para emitir el dictamen de seguridad estructural, además de realizar estudios sobre la vibración del suelo.
Cabe destacar que Roberto Arroyo Matus es ingeniero civil egresado en 1989 de la Facultad de Ingeniería de la UAG. A lo largo de su carrera profesional y de investigación ha obtenido varias distinciones, tales como el Premio Estatal al Mérito Civil en Investigación por el Gobierno Constitucional del Estado de Guerrero y el Premio Nacional de Protección Civil 2009, recibido el 2009 de mano del Presidente de la República.
Es autor de una patente de desarrollo tecnológico en la Comunidad Económica Europea para la conexión de aceros en edificaciones mixtas concreto-acero y ha escrito varios artículos en revistas nacionales e internacionales de Investigación y Ciencia.
En el año 2005 publicó el libro-cómic “Mira cómo tiemblo”, el cual se difunde a través del portal del Centro Nacional de Prevención de Desastres, ONU y mención especial en programa SISMOS del NatGeo y el cual es ya libro de texto obligatorio en otros países, como Costa Rica.