Dice el dicho que tan neoliberal es el que presenta la reforma, como el que se la aprueba.
Si en el Partido de la
Revolución Democrática realmente quieren recuperar la congruencia, deben
expulsar de sus filas a todos los ex dirigentes, ex diputados y ex senadores
que en el año 2013 aprobaron las reformas neoliberales al gobierno de Enrique
Peña Nieto.
Resulta de un cinismo y un
oportunismo insultantes que tres años después de que sin chistar sus
legisladores levantaron el dedo para aprobar las reformas, el PRD llame a
movilizaciones contra el aumento a la gasolina.
La inconformidad ciudadana
es legítima ya que el aumento del precio nos afecta a todos tengamos o no
automóvil, porque va a disparar el precio de la canasta alimentaria e inclusive
el del transporte público que en varias partes de Guerrero tuvo ya un incremento
en sus tarifas el mes pasado.
Lo ilegítimo es que luego
de aprobar las reformas el PRD o el PAN que las apoyaron con todo lo que tenían
en el llamado Pacto por México que suscribieron con el gobierno del PRI, salgan
ahora con manifestaciones contra los efectos de eso que no tuvieron empacho en
aprobar y que hasta defendieron en su momento.
Hay que recordar que los
nueve diputados federales de Guerrero que el PRD tenía en la pasada legislatura
votaron a favor de la reforma fiscal, del llamado Impuesto Especial Sobre
Producción y Servicios (IEPS) que hoy es parte de la fórmula encarecedora del
combustible.
Ahí estaban entre los
votantes a favor de la reforma Sebastián de la Rosa Peláez, Rosario Merlin,
Catalino Duarte y hasta Teresa Mojica Morga, hermana de Beatriz Mojica quien es
la actual secretaria general del PRD a nivel nacional.
Antes de convocar a
protestas la dirigente del PRD Alejandra Barrales, debería exigir la expulsión
de Jesús Zambrano Grijalva, quien suscribió el Pacto por México, y de todos
aquellos diputados federales y senadores que antepusieron una línea de partido
por encima del interés de los mexicanos al aprobar sin ningún pudor esas
reformas de cuyos efectos ahora reniegan como si no hubieran sabido que esto
pasaría.
Solamente así el llamado
de Barrales tendría congruencia y sería el PRD digno de abanderar la oposición
al gasolinazo, ya que se interpreta como un grito desesperado por ocultar su
participación en éste, y por recuperar alguna pizca de credibilidad ante la
incertidumbre de las elecciones del presente año que determinarán si ese partido
sobrevive a su debacle.
Mientras tanto el PRD
sirve de contención al Gobierno Federal. Si algo ahuyenta la participación
activa de los ciudadanos en la protesta social, es precisamente la intromisión
de partidos políticos que tienen un alto rechazo entre la sociedad y cuya
movilización se entiende más como un asunto clientelar, que de reivindicación.
jalepezochoa@gmail.com