domingo, 29 de enero de 2017

MIRADA INTERIOR Las trampas de la unidad ¿La patria es primero? Por: Isaias Alanís

Para nadie es extraño que en la historia de la relación bilateral entre México y EEUU ha habido de todo. Invasiones, traiciones, golpes de estado y dependencia económica: en algunos casos, sumisión y vasallaje como el que está viviendo México en estos momentos, gracias a los traspiés de un gobierno sin brújula que ha sentado al país sobre una cápsula de C4 activada por las timos de Trump y la debilidad de reflejos del presidente mexicano.

Tarde recibió y en condiciones adversas para él a los padres de los 43 normalistas. Tarde reaccionó ante el descubrimiento del “conflicto de intereses” de la “Casa Blanca de Polanco, tarde ante corrupción de gobernadores, amigos y un gabinete hecho bolas.
Tarde y sin reflejos ante los ganchos al hígado de Donald que respondió con tuitasos a toro pasado. Tarde a la hora de convocar a la unidad nacional. Y absurdo heredarle a su primo Alfredo del Mazo Maza la candidatura contaminada del Estado de México y ante la guerra verbal de Trump: “México se ha aprovechado de EEUU por tiempo suficiente, los déficits comerciales masivos y la poca ayuda en una frontera muy débil deberán cambiar AHORA…”

Los picos y palas con los que ha respondido el gobierno mexicano, no compiten con la maquinaria pesada de Trump. Acostumbrado a provocar y noquear al débil, el bocón de la oficina oval, le ha dado con todo a México a quien ha tomado de esparrin.
Tarde ha reaccionado y muy tarde se ha querido subir al ring con su 12 por ciento de aceptación en el ánimo de los mexicanos. Tarde pues, será la respuesta de los mexicanos sin elementos creíbles para inflamar el espíritu nacionalista inspirados en su proceder como gobernante.

Los que salen con su banderita tricolor, como Slim, son los beneficiarios con la venta de México, TELMEX, es uno de tantos ejemplos; hidrocarburos, electricidad, ferrocarriles, refinerías. Y ahora los del cavernícola Pacto por México le apuestan a la unidad del espíritu santo nacional.

El magnate con rounds tuiteros de sombra, derrotó al mexicano antes de dar el garrotazo final. A EPN se le vio lento sobre el cuadrilátero mediático y tardío en dar un golpe contundente y valiente al pugilista fullero, antes de que Videgaray (doblemente derrotado y sin ganas de aprender), tirara la toalla desde la esquina del retador.

Convocar a la unidad nacional, implicaría dar marcha atrás a cinco sexenios. Y para que surgiera un hito de credibilidad en el gobierno, frenar las reformas; energética, educativa, el negocio de partidos. Rediseñar el mercado interno y reducir las importaciones, dar un golpe de timón hacia una economía nacional y revertir el comercio leonino con EEUU. Cerrar la válvula al narcotráfico, multiplicar la participación de los sectores sociales y renunciar a los privilegios de la alta burocracia.
Y llevar a la práctica la marcha de la sal de Gandhi para romper la dependencia de Inglaterra y con ese ejemplo, fortalecer PEMEX, las refinerías mexicanas; “Francisco I. Madero”, en Ciudad Madero, “Miguel Hidalgo” en Tula Hidalgo, Refinería “Tamaulipas”; “Ing. Antonio M. Amor” en Salamanca; Refinería "Gral. Lázaro Cárdenas del Rio” en Minatitlán, Veracruz; “Ing. Hector Lara Sosa” en Cadereyta, Nuevo León; “Ing. Antonio Dovali Jaime” en Salina Cruz; con estas acciones, bajaría el costo de los hidrocarburos, habría reservas de crudo y se le daría un punta pie a vendedores gringos y nacionales, e impactaría favorablemente a México por la medida anunciada por Donald de gravar con aranceles del 25% al comercio que entre a EEUU, el afectado sería el pueblo norteamericano.
Convocar a un bloqueo ciudadano a productos norteamericanos que se venden en México y apostarle a la integración de una América sin el proteccionismo gringo; México podría tener mano y convocar a una Junta, o consejo continental americano sin la inclusión de los gringos como lo hizo Morelos y Pancho Villa lo profetizó en 1922: “El día que llegue, que llegara, va ser una guerra muy dura...es doloroso pensar que el poder de los gringos, está en la desunión de nosotros los mexicanos”.

El llamado a la unidad, tampoco podría hacerlo el PRI, con activos del cartel de la partidocracia. Solo los afines asistieron; Verde y Panal, se negaron; PRD, MC y PT.
¿Los pronunciados le apostarán a la insurrección no violenta, quemar en la plaza de la Constitución las botargas de Trump, Salinas, Zedillo, Fox y Calderón?
¿Con estas acciones, se lograría posicionar a EPN, y crear un gobierno de transición popular acorde con la Constitución, democrático, con intelectuales, empresarios, líderes, miembros de la sociedad civil, académicos y representantes de organizaciones no gubernamentales e iniciar una transformación estructural a fondo del estado mexicano bajo un nuevo constituyente como lo planteó hace años Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador? ¡Sería capaz de llevarlo a cabo EPN?

Por lo pronto el gancho al mentón derribó  a EPN y las trampas de la unidad beneficiarían a los que le apuestan a que la “crisis” por golpeteo de Trump, con el gazapo de la “unidad”  logre borrar la crisis de la gasolina, corrupción, alza en electricidad, pobreza, violencia, nulo crecimiento económico y que los pillos como Rodrigo Medina salgan de prisión.

Y sesenta millones de pobres, se volverán más pobres y las deportaciones masivas de indocumentados mexicanos invadirían al país creando un cóctel social de peligro para las instituciones y el modelo de estado.
Estrictamente, habría que reinventar a la republica y hacer válido el argumento de Lorenzo Meyer:  “Habrá sacrificios, pero Trump puede llevar a México a su segunda independencia…”.
El problema es ¿quién encabezará una revuelta nacionalista no violenta, que incluya a todos los segmentos sociales? México, país sin líderes. Todos muertos y redivivos en ceremonias oficiales, mientras los encargados de velar por la soberanía y la Constitución de la Republica nunca han escuchado la frase de Vicente Guerrero Saldaña; “La patria es primero.
los crudos ligeros se obtienen más gasolinas mientras que del tipo Maya menos gasolina