domingo, 29 de enero de 2017

TAL CUAL LA GUERRA DEL FUTBOL ENTRE TRUMP Y PEÑA Luis Carlos Rodríguez González


En la refriega verbal, comercial y migratoria con Donald Trump, el gobierno mexicano se encuentra prácticamente sin aliados internacionales, a la deriva, sin una estrategia clara al tener a un canciller “aprendiz” y un flamante embajador –Gerónimo Gutiérrez- proclive al uso de “balas de goma” contra migrantes y con un discurso de unidad nacional que más nos recuerda el episodio de la llamada “Guerra del Futbol” entre Honduras y El Salvador, ocurrida en 1969 en el marco de las eliminatorias para el Mundial de México 70.

El periodista polaco Ryszard Kapuściński escribió en aquellos años el reportaje sobre esta breve guerra entre los dos países centroamericanos que detonó a partir de un partido de futbol, pero que en el fondo fue una estrategia de los presidentes y dictadores de esas naciones para desviar la atención de la crisis social, pobreza y desempleo que aquejaba a la mayoría de sus habitantes.

Nada como buscar un enemigo externo,  al otro lado de la frontera, para olvidar que la población no tenía empleo, alimentos y vivían en la miseria extrema. Los presidentes de los dos países apelaron la soberanía, el patriotismo y la unidad nacional. La refriega militar duro sólo cuatro días pero tuvo un saldo trágico de más de 5 mil muertos y 15 mil heridos. Los mandatarios se afianzaron en sus sillas presidenciales como verdaderos patriotas.

Hoy parecería que en México y Estados Unidos vivimos una nueva “Guerra del Futbol”, pero ahora la cancha es el TLCAN y las porterías el muro fronterizo. Los soldados, del lado mexicano, son los migrantes. Y lo que se trata de ocultar en nuestra cancha, de este lado del Río Bravo son la crisis económica, la devaluación del peso, el gasolinazo, la violencia y el crimen que han repuntado, el desempleo y la pobreza que afecta a más de 60 millones de mexicanos.

El técnico-rudo Donald Trump también buscar sacar raja mediática y política con su “guerra” contra México y los migrantes, lo mismo nuestros paisanos que los  latinoamericanos y musulmanes. De esa forma afianzará su naciente gobierno buscando al enemigo afuera de sus fronteras. Los delincuentes, los violadores, los que les roban los empleos son migrantes ilegales, dice en sus discursos.

Es una apuesta peligrosa que puede derivar, además lo ríspido de un juego donde se incluyen de redadas y deportaciones masivas, en un clima de hostigamiento, xenofobia, racismo y linchamiento hacia los mexicanos, centroamericanos y musulmanes que viven en Estados Unidos.

El balón lo están pateando Trump y Peña. El magnate marca los tiempos, las reglas del partido, incluso se ha convertido en el árbitro que expulsa y el “hoolligan” que se enoja e insulta. El presidente Enrique Peña, sin un equipo eficiente conformado sólo por amigos habilitados como cancilleres, secretarios o embajadores. Sin aliados en Latinoamérica y con una tibia defensa de las naciones europeas, apela la unidad nacional, la soberanía y la defensa de los intereses nacionales.

Es la nueva versión de “La Guerra del Futbol”,  en tiempos de Trump y Peña. Tal Cual.