El presidente de la Junta
de Coordinación Política (Jucopo) del Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila, es un estratega
político por excelencia.
En el PRI –instituto
político en el que militó durante más de 20 años– aprendió a convivir con
varios 'dinosaurios' experimentados en aplicar las tesis y estrategias de
Nicolás Maquiavelo y SunTzu.
Y lo vimos el lunes en la
Cámara Alta. Bloqueó a Marti Batres
Guadarrama para reelegirse como presidente de la Mesa Directiva del Senado.
Y éste reaccionó como Monreal esperaba: con el hígado, lanzando pestes contra
él.
Ricardo Monreal está
cobrando facturas. Martí Batres fue uno de los personajes que impidieron que él
fuera candidato de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en
2018.
Batres declinó a favor de
Claudia Sheimbaum para evitar que el ex gobernador de Zacatecas fuera el
mandamás en la capital del país y, por ende, un fuerte aspirante a la Presidencia
de la República en 2024.
Batres desaprovechó su
posición de presidente de la Mesa Directivo en el Senado. En lugar de ganarse a
sus correligionarios, optó en actuar con soberbia y presumir su cercanía con el
presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y Monreal hizo lo que más le gusta: política de altura. No descalificó a su
'camarada' Batres y convocó a la unidad de la fracción parlamentaria de Morena.
Desde
luego que el presidente de la Jucopo en la Cámara Alta no actuó solo. Tuvo la
venia del que despacha en Palacio Nacional.
En
política los agravios se cobran tarde o temprano.
CHAVARRÍA:
DIEZ AÑOS, CERO JUSTICIA
Este martes se cumplió una
década del cobarde y artero asesinato del perredista Armando Chavarría Barrera, ocurrido el 20 de agosto de 2009, al sur
de Chilpancingo.
Desde entonces, su
familia, amigos y compañeros de partido y batallas han exigido a las
autoridades justicia para esclarecer el crimen, un crimen que conmocionó al
pueblo de Guerrero y a la izquierda del país.
Armando Chavarría fue
asesinado afuera de su casa. No contaba con escoltas, a
pesar de que era el presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local.
El entonces gobernador
–Zeferino Torreblanca Galindo–ordenó días antes retirarle los agentes
policiacos que tenía asignados para su seguridad personal.
Como coordinador
parlamentario del PRD en la LIX Legislatura fue crítico al gobierno de
Torreblanca Galindo. Desde tribuna exigió justicia por la desaparición y
asesinato de dirigentes sociales.
También se caracterizó
como un hombre de diálogo y respetuoso de la pluralidad política.
Su
gran sueño era gobernar Guerrero. Lo intentó en 2005, pero su partido optó por
Zeferino Torreblanca. Aguantó vara y
siguió trabajando con miras a la elección de 2011. Y para ello consolidó una corriente
política al interior del PRD: Polo Guerrerense de Izquierda.
Formó cuadros y amarró alianzas con organizaciones
sociales.
Algunos de sus discípulos más
destacados y que siguen vigentes en el escenario político son:Celestino Cesáreo Guzmán, su ex
secretario particular, ex senador de la República y actual coordinador de la
fracción parlamentaria del PRD en el Congreso local; Carlos Reyes Torres, ex presidente de la Comisión de Gobierno de la
LVIII Legislatura local, ex dirigente estatal del PRD y aspirante a la
gubernatura para la elección de 2021, y Pablo
Higuera Fuentes, ex alcalde de Eduardo Neri (Zumpango) y ex coordinador de
los presidentes municipales del PRD en el trienio pasado.
Armando Chavarría quería
festejar en grande su cumpleaños número 53. Ya tenía preparado todo. Miles de
amigos y simpatizantes iban a estar con él para acompañarlo en tan importante
fecha. Lamentablemente no fue así. A Armando lo mataron una semana antes.
Desde aquel 20 de agosto
de 2009, su familia y amigos le lloran y exigen justicia. Y la Fiscalía General
de Justicia (FGE), como siempre, sin resultados o sin detener a los autores
intelectuales y materiales del crimen.
Han
sido diez años de impunidad. Diez años de luto para la izquierda electoral en
Guerrero. Diez años de ausencia de un hombre que quiso gobernar a su pueblo.
ENTRE
OTRAS COSAS… La crisis del fertilizante en la entidad le
pegó duro aPablo Amílcar Sandoval
Ballesteros en sus aspiraciones políticas. Desde Palacio Nacional ya no le
ven patas de gallo para enfrentar al
PRI, al PAN y al PRD en la elección de 2021.
Los ex alcaldes de
Acapulco, Luis Walton Aburto y Félix Salgado Macedonio, le llevan
delantera. De hecho, la senadora Nestora
Salgado Garcíagoza de más simparías que el “súper delegado”. ¡Zas!
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