INDUDABLEMENTE QUE EL PARO
DE LABORES, y la protesta, rindieron sus frutos. Y es que los principales
deudores, es decir, los ayuntamientos municipales, acordaron pagar sus deudas
con el ISSSPEG. ¿Tenía que llegarse a eso? No lo sé. Lo cierto es que la propuesta
de movilizarse, con el fin de que los ayuntamientos municipales y organismos
operadores de agua paguen los adeudos que tienen con el Instituto de Seguridad
Social de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (ISSSPEG), resultó un
éxito.
En efecto, la estrategia
presentada por el secretario general del Sindicato Único de Servidores Públicos
del Estado de Guerrero (SUSPEG), David Martínez Mastache, y luego avalada por
las delegaciones seccionales del propio sindicato, logró que los deudores al
ISSSPEG, en el que cotizan los trabajadores de esa organización sindical,
acordaran pagar los adeudos, con cuyos recursos se cubren los salarios de los
jubilados y pensionados del estado y se realizan préstamos a los trabajadores
sindicalizados en activo.
Más allá de los motivos
que tienen los alcaldes, o tuvieron los que hace menos de un año dejaron el
cargo, para no entregar al ISSSSPEG los descuentos que hacían a los
trabajadores que cotizan en ese instituto, así como la cuota que les
corresponde como parte patronal, lo cierto es que por esa falta de pago el
instituto se encuentra descapitalizado, lo que ha puesto en riesgo la
operatividad del mismo.
Así es, diría el
columnista. Precisamente por esa falta de liquidez del ISSSPEG, por los adeudos
ya referidos, los jubilados y pensionados no están recibiendo en tiempo y forma
su salario, y los trabajadores en activo no obtienen las prestaciones a las que
tienen derecho, como los préstamos, no por un mal uso de los recursos por parte
del Instituto, sino por la falta de pago de los ayuntamientos y organismos
operadores de agua potable.
Por eso el movimiento del
SUSPEG, que si bien fue anunciado por su secretario general la semana pasada,
fue llevado a cabo este lunes, consistente en la toma de los palacios municipales
de los ayuntamientos deudores. En algunos casos también hubo plantones, marchas
y hasta bloqueo de calles, como fue el
caso de Chilpancingo.
Así pues, David Martínez
Mastache, el comité ejecutivo en pleno, las delegaciones sindicales y los
trabajadores sindicalizados pueden sentirse satisfechos por los logros
obtenidos, pero además, la acción mostró liderazgo y unidad al interior del
SUSPEG, por sobre las diferencias que, hay que decirlo, son normales.
Cabe decir, también, que
precisamente por esta falta de pago de los ayuntamientos al ISSSPEG, el
gobierno del estado, encabezado por Héctor Astudillo Flores, ha entregado en
estos casi cuatro años, un promedio de mil 500 millones al Instituto, con el
fin de que éste cumpliera sus compromisos con los jubilados, pensionados y
trabajadores en activo. Sin embargo, ante el recorte al presupuesto por parte
del gobierno federal, el mandatario estatal anunció hace algunos días que ya no
lo subsidiaría, por lo que las autoridades municipales tenían que cumplir con
su responsabilidad de pago.
Y EN OTRO ORDEN DE IDEAS,
PARECE SER QUE Ángel Aguirre Rivero, el Jefazo, es más congruente en el PRD que
muchos perredistas, aunque él, ciertamente, no milite en ese partido, aunque sí
dirige, desde afuera, a la corriente Izquierda Progresista de Guerrero (IPG),
que fundara en su momento su hijo Ángel Aguirre Herrera, cuando él se
desempeñaba como gobernador del estado.
En efecto, junto con otros
tres o cuatro dirigentes perredistas, Aguirre Rivero ha pugnado por la no
desaparición del PRD, como prácticamente ya lo tiene cocinado la dirigencia
nacional en poder de los llamados “Chuchos”, Jesús Ortega y Jesús Zambrano,
quienes ya ofrecieron el recién integrado padrón a un nuevo instituto político
denominado Futuro 21.
Ángel Aguirre, hay que
decirlo, no es santo de mi devoción. Sin embargo, hay que reconocer que es de
los personajes que, hoy por hoy, están saliendo a defender la permanencia del
PRD, como tal, y en consecuencia, su no desaparición. Y es que desde la
dirigencia nacional los “Chuchos” toman decisiones al margen de los verdaderos
liderazgos y que se encuentran en los estados como es el caso de Guerrero.
Sin duda que el
exgobernador tiene sus propios intereses, de ahí su defensa para que no
desaparezca el PRD, pero, como hemos dicho, es de los pocos que han alzado la
voz. Por desgracia, para los perredistas de los estados y sus dirigentes, la
firma de PRD, por ser un partido nacional, es propiedad del comité ejecutivo
nacional, y como tal, los que la integran y dominan, es decir los “Chuchos”,
pueden hacer lo que quieran con el nombre, como ya lo están haciendo.
Claro, aún falta la
decisión del Congreso Nacional del todavía PRD, y ahí las cosas pueden cambiar.
Mientras tanto, Ángel Aguirre, como otros dos o tres dirigentes perredistas,
están dando la pelea, aunque todo indica que la decisión está tomada. Y
reitero: si bien Ángel Aguirre no es perredista, recuérdese que renunció a su
militancia, tiene intereses en el sol azteca a través de la IPG.
Comentarios: julio651220@hotmail.com