Mantener el control de la Cámara de Diputados, es el principal objetivo del presidente Andrés Manuel López Obrador. De eso no hay duda.
Todos los presidentes de la República así se lo han propuesto. Pero, ojo,
no todos han tenido éxito.
López Obrador y Morena –su partido– corren el riesgo de perder la mayoría
que actualmente tienen en San Lázaro. El
desgaste en el ejercicio del poder y la imposición de candidatos en los 300
distritos electorales, las causas. Y lo que es peor: haber defendido (y seguir defendiendo) a un candidato impresentable
como lo es Félix Salgado Macedonio, les restó bastantes puntos en las encuestas.
En 2018, Morena y sus aliados (PT y el PES) ganaron 225 distritos. En la
elección del próximo 6 de junio no lo van a volver a hacer. Tendrán menos
diputados.
El nombre del mandatario federal ya
no aparecerá en la boleta electoral, y eso les preocupa bastante a los dirigentes de Morena, ya que sus
candidatos tendrán que hacer una verdadera campaña. El problema es que los
candidatos que postula en la mayoría de los 300 distritos, son los mismos de
hace tres años. Sí, los que solamente
fueron a calentar curules a San Lázaro y a levantar el dedo para aprobar
ciegamente las iniciativas de su mesías.
Es cierto, Morena sigue siendo un instituto político atractivo para un importante
sector del país. Pero también es claro
que miles de ciudadanos que en 2018 votaron por López Obrador y por los demás
candidatos de Morena, están arrepentidísimos.
Y no vamos lejos. En Guerrero, Morena se alzó con el triunfo en 8 de 9
distritos (el 06 de Chilapa lo ganó el PRD con su candidato Raymundo García Gutiérrez). O sea, casi
carro completo. Lamentablemente, la mayoría de los legisladores morenistas no figuraron
en los debates parlamentarios y no presentaron iniciativas de ley que
beneficiaran al pueblo de México.
Tampoco destacaron como gestores
sociales. Por el contrario, avalaron recortes al presupuesto de los
estados y municipios. Y lo más
grave: estuvieron de acuerdo en la desaparición de varios programas sociales.
Los legisladores guerrerenses más grises en la LXIV Legislatura son: Víctor Adolfo Mojica Wences, del
distrito 01 de Tierra Caliente; Araceli
Ocampo Manzanares, del distrito 02 de la región Norte; Javier Manzano Salazar, del distrito 05 de la Montaña; Carlos Sánchez Barrios, del distrito 07
(Chilpancingo, Leonardo Bravo, General Heliodoro Castillo y Eduardo Neri), Rosario Merlín García (distrito 09 de
Acapulco) e Idalia Reyes Miguel
(Circunscripción 4). Y, ¿qué creen, amables lectores? Víctor Mojica, Araceli
Ocampo, Carlos Sánchez y Rosario Merlín fueron
premiados por Morena para reelegirse.
El único que rechazó ir por la
reelección fue Rubén Cayetano, bajo el argumento de que él sí es “maderista” y
congruente con sus principios. Por
cierto, de los ocho legisladores de Morena electos en 2018, fue el que más intervenciones
tuvo en tribuna y el que más iniciativas presentó ante el Pleno.
Una de las principales funciones de los diputados federales es defender los
derechos sociales, buscar y proponer soluciones a los problemas que aquejan a
su distrito, y gestionar recursos para los municipios.
La mayoría de los legisladores de
Morena le fallaron a Guerrero. No gestionaron más recursos para la entidad y se
olvidaron de sus representados, alegando que ellos solamente están para
proponer, discutir y aprobar leyes.
Asimismo, los legisladores de Morena se convirtieron en lo que tanto
criticaron: ser tapaderas del presidente
de la República; olvidando que la Cámara de Diputados debe ser contrapeso para
el Poder Ejecutivo.
Hace tres años, los actuales
legisladores llegaron a San Lázaro gracias al efecto AMLO, y no por haber realizado una campaña a ras de
piso. El próximo 6 de junio varios de
ellos serán botados (no votados) al
basurero de la historia por farsantes y huevones
(faltistas y dormilones).
Es muy probable que la coalición “Va por México” (PRI-PRD) recupere terreno
en Guerrero.
Los distritos en donde tienen amplias posibilidades de ganar son el 01, 03,
05, 06, 07 y 09.
En el 07, por ejemplo, su candidata es Beatriz
Vélez Núñez, secretaria general de la Sección 36 del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Secretaría de Salud y representante de dicha demarcación en
la pasada legislatura.
Bety Vélez, como es conocida popularmente, sigue vigente en el
escenario político y diariamente atiende a líderes de colonias y comunidades
del distrito 07, así como de otras partes de la entidad. Y lo más importante: es una mujer de trabajo y de carácter.
En 2018 sufrió una derrota en las
urnas. Lo cierto es que aprendió de los errores de aquella elección y se
levantó para seguir adelante.
Bety Vélez es originaria de Jaleaca de Catalán, una localidad
enclavada en la Sierra de Chilpancingo. Y es una mujer preparada
académicamente.
Como diputada federal gestionó
importantes obras para los municipios que integran el distrito 07, y entregó
diversos apoyos para la gente que acudía con ella. Eso, sin lugar a dudas,
habla muy bien de ella.
La coalición “Va por México” hizo bien en elegirla como su candidata en el
distrito 07 de Chilpancingo.
Estaremos atentos de su campaña y de los compromisos que haga con los
electores de los municipios de Chilpancingo, Leonardo Bravo, General Heliodoro
Castillo y Eduardo Neri.
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