La pandemia del Covid-19 y el distanciamiento social ha influido para que los esquemas machistas violentos se sigan manifestando con mayor libertad e impunidad en contra de las mujeres dentro de los hogares.
Estas agresiones se han
incrementado en un 60 por ciento.
Esta cifra ya es preocupante
para quienes se dedican a estudiar este fenómeno y para los grupos de la
sociedad civil que se enfocan a tratar de disminuir las agresiones en contra de
las mujeres.
Definitivamente, hay
autoridades que estos datos no les interesan, porque el asunto de las mujeres
no está en su agenda política, como es el caso del gobierno federal, pese a la
información que proporcionan son sus propias instituciones, como el
secretariado de Seguridad Pública.
De acuerdo a la ONU en México,
estos datos se generan a partir de las llamadas a las líneas de apoyo.
Cifras alarmantes, sin duda,
que demuestra que estas agresiones de género están incrementando en la familia
mexicana.
De acuerdo al organismo
mundial, una de cada 3 mujeres ha sufrido algún tipo de violencia desde los 15
años de edad.
En números duros esto
representa 90 millones de mexicanas violentadas.
La ONU publicó su informe acerca de la
violencia de género, este 9 de marzo, y sus datos no son nada halagüeños.
Resulta que la violencia
machista está imparable.
Pero podemos ver que lo
puede empeorar el hecho que desde el poder se marca la agenda en contra de las
mujeres organizadas, pues además de que los grupos feministas acusan de
inacción al gobierno federal, éste las ve como enemigas y las considera
“azuzadas y manipuladas por los conservadores.”
Ante esto, las autoridades
de la ONU señalan que deben ser los gobiernos, comunidades y personas las que
deben adoptar medidas para cambiar actitudes fundamentales, mejorar el acceso a
las oportunidades y los servicios para las mujeres y las niñas y fomentar las
relaciones saludables y de respeto mutuo.
Pero cómo conseguir esa
armonía de respeto y de paz entre los mexicanos, cuando el ambiente de
confrontación se agudiza cada día con acusaciones y señalizaciones en contra de
las mujeres feministas, quienes ejercen sus derechos a exigir una vida libre de
violencia, de acoso y de que alguien ponga fin a las desapariciones de niñas y
adultas.
La ONU señala que los
gobiernos deben ofrecer servicios para mujeres que han sobrevivido a actos
violentos, apoyo a organizaciones de mujeres, luchar contra normas sociales que
perpetúan las desigualdades y reformas legislativas.
Además, consideran que es fundamental trabajar
con los adolescentes y los jóvenes con el fin de promover la igualdad de género
y las actitudes que la fomenten.
Veremos qué acciones se
tomarán desde el gobierno de México ante estos llamados del organismo
internacional.
Aunque lo más probable es
que como respuesta se obtenga la indiferencia de un gobierno desinteresado de
la agenda de las mujeres.