Una excelente iniciativa desde la sociedad civil la de "forestación" que dará vida, oxígeno y embellecimiento del entorno; debió ser tratada con una invitación especial al llamado ciudadano desde el respeto y motivado a realizar acción de beneficio común, desde el ejemplo a las nuevas generaciones sobre todo a los infantes, para que aprendan "costumbres de convivencia y formas sanas de relacionarse" con sus semejantes, seres queridos, amig@s, padres, parejas, e incluso al amor propio con el cuidado de la salud corporal, etc.
Imagine usted; las buenas
costumbres se cimentan en la formación de valores y se inculcan en casa, al
calor de los hogares, de las familias de una forma donde todos pretendemos que
nuestras conductas anormales "no impacten" en las emociones a
nuestros seres queridos, demuéstrenles día a día, amor, cariño, respeto, regándoles
así, tal como si fueran unas plantas, árboles.
Creí que plantar un árbol
debe llevar "sentimientos positivos' de esperanza, de confianza, respeto,
de amor, ternura y no, casualmente "plantar un árbol" por despecho,
odio, el mal sabor que causa una humillación de la traición y el coraje.
Así, con estos últimos
sentimientos descritos no se debe se puede, pero no se debe plantar un árbol,
sobre todo cuando va a servir de ejemplo a alguien a quien deseas educar y
cuidar a que crezca con amor, tal como puede ser sanar las relaciones tanto
personales como la relación con otr@s.
Imagine; la pregunta del
infante: ¿Mamá, porqué vamos a plantar un árbol? Y que la respuesta de una
madre sea insultante: ¡PORQUE TU PAPÁ ME ENGAÑÁ, POR QUE NO QUIERO A TU
ABUELITA, PORQUE NO QUIERO A TU PAPÁ, EL SUEGRO, DIGA: NO QUIERO A MI NUERA, ABORREZCO A TU PAPÁ, Y
hasta pudiera ser: “ME CAES MAL, ¡TU TAMBIÉN”!
Como dijo Pompín Iglesias:
"Que bonita familia".
En el entorno social mucho
se critica y se habla de la pérdida de valores, pero tampoco se hace visible lo
que lo ocasiona, porque la gente tiene necesidad de ir con “lo que está de
moda" por encajar, por pertenecer a un ambiente social que es muy
"permisivo" para que se sigan fomentando y construyendo la violencia
en las estructuras sociales que no ayudan a que las personas transformen sus
sentimientos y pensamientos por algo "agradable" y no seguir
fomentando lo "desagradable". No ayuda tampoco esto a construir
ciudadanos con alto sentido de ciudadanía.
La forma de invitar a un
evento que puede trascender no es la correcta.
No concuerda con la misión
de plantar un árbol desde el amor y respeto y no desde el odio a un semejante.