Qué terrible debe ser darse cuenta que ha sido engañado.
De haber trabajado para
Morena y que otro se quede con sus resultados.
Según sus cercanos, a Walton
lo citó a Palacio Nacional el máximo líder de Morena, para decirle que
renunciara a MC y buscara integrarse al partido guinda, porque de él sería la
candidatura a la gubernatura de Guerrero.
¡Lástima Margarito!
No fue así, pero derrochó
algunos milloncejos para tratar de posicionarse en todo el estado para poder
salir alto en preferencias cuando se midiera con los otros aspirantes.
En opinión del empresario
gasolinero, sus preferencias competían con Salgado Macedonio, y quizá haya sido
así, porque debido a las acusaciones en contra de Félix, éste perdió algunos
puntos de aceptación.
Al final, para que no
hubiera dudas de que el Toro era el bueno, decidieron sacar de la jugada a
Walton y Bety Mojica, y medirlo con otras aspirantes, menos conocidas y de
menor riesgo.
Así el Toro pudo imponerse
sin ningún rubor y ningún problema, porque todo estaba planchadito para esos
resultados.
El argumento de Mario
Delgado es que ambos excluidos se portaron mal.
Y para ser castigados con la
exclusión, el acto debe ser más grave que las sospechas de haber abusado de
tres paisanas.
Sin duda, a Walton se lo
llevaron al baile desde el principio y junto con Bety Mojica, aún esperan que
algo les den en este partido político, pese a que una y otra vez se escuchan
voces de rechazo.
Bety se queja de haber
sufrido violencia política al ser excluida, pues la convocatoria consideraba la
participación de externos, como fue su caso y el de Walton.
Parece que la conformación
de tribus al interior de Morena va agudizando los conflictos internos, sin
posibilidad de negociación, pues queda de manifiesto que hay quienes quieren
comerse todo el pastel, como está sucediendo en Guerrero, donde circulan
versiones que pretenden dejar fuera de la reelección a la presidenta municipal
de Acapulco, Adela Román, para imponer a una candidata de sus preferencia.
Veremos si Adela Román se
los permite, porque hasta ahora trae buenos resultados el trabajo por su
reelección por Acapulco.
Por eso que se ve difícil
que la alcaldesa doble las manos y regrese a la presidencia municipal, solo
porque alguien se lo pida.
Román Ocampo no es de esas
personas que a la primera se dobla ante las adversidades, por lo que se espera
que pelee con uñas y dientes la posibilidad de reelegirse.
COLOFÓN: Quitaron al más
competitivo, pero se les coló el más malo, y ahora no saben cómo decirle que él
no era el bueno.