EFRAÍN FLORES IGLESIAS |
Para el PRI es un lastre, un mal gobernante; y para los
chilpancingueños, un bueno para nada. Por supuesto, me refiero a Marco Antonio Leyva (MAL), motejado
como Alcalde
Chambitas.
Éste personaje le quedó grande la Presidencia municipal de Chilpancingo;
es más, nunca se imaginó llegar a despachar en el Ayuntamiento. Ganó la
elección del 7 de junio del año pasado por el efecto Astudillo, porque
si la contienda hubiese sido solamente de alcaldes y diputados (locales y
federales) y no de gobernador, el PRD sería el ganador en la capital del
estado.
Ya los capitalinos extrañan a Mario
Moreno Arcos, de quien se dijo en su momento que había sido un mal alcalde,
pero resulta que El Chambitas ha
demostrado en poco tiempo ser un inepto.
No hay día en que no haya protestas
ciudadanas en su contra. Ni
los empresarios lo ven bien. La inseguridad pública, la causa.
Pero eso sí, el alcaldete de
marras ha saturado la nómina de puros cuates y ha sido denunciado por regidores
de su partido de jinetear recursos
correspondientes a obra pública.
El priismo local ha encendido focos
rojos, ya que temen perder Chilpancingo en 2018. Y, conste, el tricolor también
corre el riesgo de perder importantes espacios que lograron en la elección de
2015.
A MAL no le importa eso. Su prioridad es darles chamba a los familiares
de Héctor Avilés García (coordinador
general del Gabinete), Fabián Yáñez
García (secretario particular) y uno que otro pelele que lo defiende en las
redes sociales. Tampoco le interesa que Chilpancingo tenga servicios públicos
de calidad, pues es evidente su ambición por el dinero. Eso de tener guardo el
dinero de obra pública en los bancos, lo exhibe demasiado.
No obstante, El Chambitas se
rodea de funcionarios odiosos, que no los calienta ni el sol. ¡Y cómo no! Todos
lo emulan para quedar bien con él y no perder la chamba. Así se entiende su
comportamiento. Y uno de ellos es Gustavo
Adolfo Morlet Berdejo, quien cobra como secretario general del
Ayuntamiento. Éste longevo funcionario ha sido denunciado por personal adscrito
a la dependencia a su cargo, de déspota y estar entretenido (de vez en diario)
con su teléfono móvil para postear en Facebook una que otra tontería.
Los que votaron por MAL el año pasado deben reconocer que la regaron,
porque eso de votar por mitómanos e insensibles tiene consecuencias negativas.
Y estaban conscientes de que votaron por el MAL y no por el bien. Sobre
advertencia no hay engaño.
Lo bueno de todo, es que no hay
MAL que dure un trienio, ni pueblo que lo aguante. ¿O no, mis estimados
lectores?
Y el PRI que ni se queje, porque la cúpula fue la designó a MAL como
su candidato en Chilpancingo. Que se
aguanten de tener a un alcalde mamerto e inepto.
ENTRE OTRAS COSAS… Y ya que hablamos de alcaldes ineficientes,
en Mártir de Cuilapan (Apango), Felícitas
Muñiz Gómez, sigue echándose a sus gobernados en su contra.
Al Congreso local ya fue turnada una solicitud para iniciar un juicio
político en su contra. La corrupción que ha cometido la susodicha militante de
Movimiento Ciudadano (sí, el partido de Luis
Walton Aburto) está a la vista. Hay evidencias de ello. Sus denunciantes
las han mostrado.
Ah, pero de eso el diputado Ricardo
Mejía Berdeja no opina nada. Muy calladito el señor. Por eso siempre he
dicho que los de MC nomás ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el
propio. ¡Zas!
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