martes, 21 de junio de 2016

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias Manlio Fabio y su renuncia

EFRAIN FLORES IGLESIAS

Manlio Fabio Beltrones Rivera hizo bien en dimitir como dirigente nacional del PRI. Tal vez sus adversarios celebran su decisión.

El mensaje que los electores dieron el pasado 5 de junio fue muy claro: reprobación a gobernadores corruptos (Javier Duarte de Ochoa, Veracruz/César Duarte Jáquez, Chihuahua/Roberto Borge Angulo, Quintana Roo/Egidio Torre Cantú, Tamaulipas) y al gobierno impopular de Enrique Peña Nieto.

Se fue Manlio Fabio al no ganar las 9 gubernaturas que se puso como meta. Fracasó. Es evidente que un priista incrustado en el poder contribuyó en su fracaso. El propósito era muy, pero muy claro, sacarlo de la carrera presidencial.

El sonorense no es el único culpable, insisto. La derrota no es huérfana, tiene muchos padres, muchos responsables. A Manlio Fabio solamente le tocó un mal momento en su carrera política, lo cual no quiere decir que esté muerto políticamente, ya que es uno de los hombres más experimentados del sistema político mexicano, un gran operador político, un excelente parlamentario.

Por el momento, sus adversarios lograron sacarlo de la jugada para la grande (Presidencia de la República), pero olvidan que lo van a necesitar para hacerle frente al PAN y al populismo representado por Andrés Manuel López Obrador. Y el PRI no está bien que digamos. Atraviesa por un mal momento y su caballada está flaca. Los gallos del inquilino de Los Pinos no crecen, son tecnócratas y alejados del pueblo. No hay quien pueda salvarlos en 2018.

A Manlio Fabio también le fallaron sus colaboradores más cercanos, quienes no dieron el ancho. Uno de ellos es Manuel Añorve Baños, secretario de Operación Política del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, quien pretende contender por la gubernatura del estado de Guerrero en el año 2021.

Don Beltrone, como le dicen algunos, está analizando qué papel jugar y con quién jugársela en 2018. Y Miguel Ángel Osorio Chong no es de su agrado. Bueno, eso dicen los que saben. ¡Zas!

ENTRE OTRAS COSAS… Mientras a Manuel Añorve le fue mal el pasado 7 de junio, al ex alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, regresa triunfal a Guerrero.

Tres semanas antes de la elección, el CEN del PRI lo designó delegado en el estado de Tlaxcala para fortalecer la campaña del candidato a gobernador, Marco Antonio Mena Rodríguez, quien resultó ganador de la contienda.
En mayo, a Marco Mena lo daban como perdedor ante el PAN. Y se comenta que a Mario Moreno lo invitaron a operar en ese estado para darse un “quemón” y frenarlo de esa manera para ser dirigente estatal del PRI en Guerrero. Pero al final los quemados fueron otros.

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