miércoles, 29 de febrero de 2012

TERCERA VÍA. LA SEG, COMO LA PGJE, “SIN PIES NI CABEZA”. Ernesto Rivera Rodríguez


La Secretaría de Educación Pública, en Guerrero, navega sin rumbo, sin timón capaz de llevar a la institución a buen puerto, cuando su “comandante” anda perdida en las lides político partidistas y buscando a como de lugar salvarse del “tsunami ayotzinapo·, el cual no sólo se multiplica sino que ha crecido exponencialmente, porque los ayotzinapos mientras siguen “llorando” a los caídos, los “profes” reman seguros en “aguas abiertas” dejando a la maestra de la “misericordia” sola y abandonada a sus “oraciones” rogándole a su “ángel” de la guardia, que no  la saque del presupuesto.
La situación en la Secretaría de Educación Pública en Guerrero, además de navegar en aguas sucias, carece de un comandante que sepa guiarlos en las aguas turbulentas que azotan dicha dependencia, cuando la secretaria Silvia Romero, a dejado de ser elemento de confianza y de confiabilidad y estabilidad política, por los cuatro rincones del estado, dado que por doquier surgen los conflictos, cuando se ha comprobado que es incapaz de resolver los problemas y las demandas que un día otro también se le presentan, y que además tiene la presión, cual “olla exprés”  de los padres de familias, los que no la dejan ni  ha sol ni sombra.
Por doquiera las protestas y la inconformidad brotan en la Secretaría de Educación en Guerrero, y no importa el  nivel de los protestados, sea de preprimaria cuando quieren o mejor dicho no quieren a la “directora del plantel” porque busca que cumplan con el programa oficial, o bien ya sean de educación básica, cuando exigen el cumplimiento de los acuerdos firmados por los indígenas de la Montaña, hace seis meses,  y que aún no les responden por los “borradores y los gises exigidos”, o los de educación media superior cuyo responsable, el doctor Marcial Rodríguez Saldaña, anda más preocupado por apoyar a su “jefe político!”, Alberto López Rosas, que trabajar por el cumplimiento de las normas de trabajo de la Escuela Normal  Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, muchos días después de haber enterrado a sus muertos, porque como dice la muy conocida obra de teatro, “los muertos que vos matáis, gozan de cabal salud”, cuestión de la dialéctica, no de la demagogia.
Así con la Procuraduría de Justicia en el Estado, casi desmantelada, la Secretaría de Educación en Guerrero, deambula por una ruta semejante, pero esta no está desmantelada, sino exponencialmente a la inversa, se encuentra altamente sobresaturada, con la cuenta por cobrar con las centenas de comisionados,  y es aquí donde el gobernador del Estado, Ángel Aguirre Rivero, puso el dedo en la llaga,  y poco falta para que busque curar la herida con “sal”. Por ello el sindicato saltó, más rápido que un chapulín en comal  caliente, casi protestando bajo ley que eso era una flagrante mentira, cuando todo mundo sabe que existe un ejercito de maestros comisionados en la SEG y no se sabe cuantos de cientos más en al Panal, partido político, cuya dueña, es la misma poseedora del cien por ciento de las acciones del Sindicato Nacional de los Trabajadores de Educación, para que no le diga nada su extinto mentor Jonguitud Barrios, no sea que se regrese y le mueva las cobijas una noche de estas.
Silvia Romero debe de darle las gracias al gobernador por   haberla invitado a colaborar en su administración, pero esto sólo se puede dar, cuando ella, acepte su incapacidad, su falta de talento  y juicio político para sacar adelante no sólo las exigencias de los ayotzinapos, sino las exigencias de la sociedad guerrerense que busca con ahínco salir del cabus del progreso educativo en que esta sumida.
Pero esto no parece importarle ni un comino, la SEG a su cargo es incapaz de frenar las protestas, cuando aparte de los ayotzinapos que han convertido a la capital, Chilpancingo en un rehén de sus ambiciones, la delegación en Acapulco, es también rehén no solo de maestros de cualquier filiación política, sino también de los padres de familia, los que sin lugar a dudas han tomado partido en este maremágnum y tsunami demagógico  en contra de la educación en Guerrero,  pues se han prestado al juego de los docentes sindicalizados, delegación en donde Julio Bernal Resendis, ha actuado con mesura, con mano suave, con carácter y a la vez con clase, dándole su lugar y atendiendo las demandas sea cual fueren estas en todo momento, pero aún así, el vendaval de las demandas salidas la mayoría de las ocasiones de las pasiones políticas y de la “grilla” puede más que la solvencia moral y ética de las autoridades, las que se ven constreñidas a buscar respuesta a las múltiples demandas magisteriales, sean cuales sean estas. Email:gernestorivera@gmail.com