Algunos geólogos, en afan
de escuchar las entrañas del glaciar Gornergletscher, en los Alpes suizos,
idearon la manera de grabarlo y traducir su frecuencia a estos extraños
sonidos.
Podría ser una lluvia
lejana, el fuego rompiendo madera, un río, estática: pero es la dinámica
interna de un glaciar llamado Gornergletscher en los Alpes suizos. Lo que
escuchamos es, de alguna forma, el mundo interno de un iceberg recorrido por
grietas.
“Nuestra hipótesis”,
apuntan los geólogos de la Universidad de California que lo grabaron, “es que
el sonido se debe a cambios en la geometría de las grietas del glaciar.
Mientras el agua se mueve dentro de un sistema de grietas y fracturas dentro de
Gornergletscher, la forma, longitud y profundidad de esas grietas está
cambiando constantemente debido a cambios en presión interna, niveles de agua y
varios otros procesos”.
El irresistible afán de
escuchar un glaciar llevó a los geólogos a idear un complicado método de
grabación. Implantaron un sismógrafo a 120 metros bajo la superficie del
glaciar y luego aceleraron el sismograma resultante 250 veces para poder
escuchar mejor la frecuencia subsónica.
Esta técnica, además de
conceptualmente hermosa, podría ayudar a la ciencia a prepararse para
inundaciones y a contextualizar las mecánicas internas de repositorios
cruciales de agua fresca. Si aprenden a descifrar a los glaciares podrían
anticipar el comportamiento intempestivo de la naturaleza acuífera.