ERNESTO RIVERA RODRIGUEZ |
A mis maestros de marxismo no
los
entiendo. Unos están en la cárcel
otros están en el poder. Efraín Huerta
Ahora resulta que los nuevos
inquilinos de Casa Guerrero, la han abierto al pueblo, y la han convertido en
una romería, pero más que el gobernador interino Doctor Rogelio Ortega
Martínez, quien le ha dedicado a Guerrero y a los guerrerenses todo un manual
de gobierno de 27 puntos para los próximos diez meses, es ella la no-primera
dama, quien ha abierto las puertas, para mayor exactitud, la puerta número tres
de la Casa de Gobierno, para convertirla por su
propia decisión en la “Casa del Pueblo”.
Rosa Isela Ojeda, esposa de C.
Gobernador, y con él como tándem, toda su vida han sido activistas de
izquierda, lo cual de ninguna manera es criticable, mucho menos cuando se tiene de origen la pobreza, la
humildad, y se ha fraguado el intelecto con paciencia de franciscano y acorazado
con la tenacidad jesuítica, pero resulta que un día tocan a la puerta de su
cubículo, donde han convivido sus hazañas guerrilleras con el personaje más
famoso del Manco de Lepanto, así de un
instante a otro en vez de atacar a los molinos de viento, tienen que cerrar sus
libros y enfrentarse la realidad.
La realidad sí, pero no cualquiera,
sino que el ofrecimiento que los saca de sus disquisiciones esotéricas, es que
a partir de ese momento se han convertido en “gobernantes de su ínsula”, léase
del estado de Guerrero, por órdenes del
“Supremo Gobierno”, y no se pueden negar,
no cuando se está a un paso de entrar a la historia de Guerrero y suplir
al octavo gobernante defenestrado de toda su historia.
Y de la toma de protesta por causas
de la mayor villanía y barbarie que la humanidad puede llevar en algún lugar de
su laberíntica evolución, por la ordenanza de alguien de desaparecer de este
planeta a 43 estudiantes de la Escuela
Normal de Ayotzinapa, que bien a bien nadie sabe quién los mando ahí, y ni
mucho menos para qué, temas que ni el brujo de Murillo Karam, pudo encontrar, al
cual sólo le faltó ir a preguntarle a la Paca, dos meses después de ese macabro evento, resulta que la no-primera
dama del estado abre las puertas de la Casa de Gobierno para convertirla en una
nueva “Comuna de París”. Aquella que históricamente se conoce como el primer
gobierno, así se le puede llamar de
origen netamente proletario.
Dicha hazaña dio su inició con la toma de Paris, el 18 de marzo de 1871 y concluyo el 18 de mayo del mismo año,
cuando las fuerzas austriacas atacaron Paris, por órdenes del propio Rey Luis
XVII, cuando abrió las fronteras a sus
enemigos para acabar con el ideal proletario, así, y no de un plumazo, sino a
plomazos.
Cuánto va a durar la nueva Comuna de
París en Guerrero. Tendrán conciencia de lo que están haciendo, cuando ya
parece que han olvidado que están ahí por una emergencia institucional. Que
alguien los pellizque para que despierten y dejen de atacar los molinos de viento, y estén
atentos porque el “bosque se puede mover”… de nuevo.
Emai:gernestorivera@gmail.com