Construido
en el siglo IV a. C en honor del dios médico Asclepio , el teatro de Epidauro
es el mejor conservado de todos los teatros antiguos. Símbolo de los teatros
griegos, durante mucho tiempo se consideraba que estaba desaparecido. Mítico
lugar, donde Grecia proclamo su independencia.
Su
acústica es excepcional, única en el mundo. En los últimos asientos situados a
70 m, se escucha a los actores del escenario perfectamente. Cada palabra
susurrada en voz baja se percibe sin necesidad de amplificación artificial.
Oculto entre las colinas, fue concebido por el arquitecto y escultor Policleto
el Joven.
Recientemente
se revelo su secreto. En 2007, investigadores del Instituto de Tecnología de
Georgia descubrieron que la piedra caliza de las gradas, proporciona un filtro
acústico que transmite el sonido que viene del escenario a altas frecuencias.
Los 14000 asientos suprimen el sonido de baja frecuencia, minimizan el ruido de
fondo, actuando como trampas acústicas naturales. No se sabe si las propiedades
acústicas son el resultado de un accidente o producto de diseño avanzado. Los
constructores que lo hicieron, conocían su oficio no hacían nada por
casualidad. Todo respondía a un proceso de refinamiento en sus trabajos.
Observación para conseguir la perfección. Y aunque intentaron replicar el
diseño de Epidauro en otros recintos de la época, nunca lo consiguieron con el
mismo éxito.