“La esperanza y el miedo
son inseparables”.
-François de La
Rochefoucauld-
Movimiento de Regeneración
Nacional (Morena), recluta delincuentes del orden federal, codiciosas,
fracasados y gente de la peor condición humana. Con un dirigente estatal Pablo
Amílcar Sandoval Ballesteros, distante a su abuelo un hombre de ideas y de
hechos, como lo es el Dr. Pablo Sandoval Cruz, renombrado catedrático de la
UAGro; pero, muy cercano a los sentimientos de ambición y "gloria" de
su padre y tíos, durante el Gobierno de Ruiz Massieu.
Las bases de Morena en los
81 municipios, con sus fantásticos y enredados mecanismos para la elección de
sus candidatos, mediante tómbolas algunos; y, otros a través del
"dedazo", de reconocido sistema a ultranza de los orígenes de Andrés
Manuel López Obrador, del PRI. No dan clases de moral política. AMLO, es ajeno
a la democracia, cuando en “su hamaca” de
la política se mece y balancea su repetitivo discurso y su descarada ambición,
el odio, la rabia y la desorientación política, enajena a la sociedad; en vez
de unir, desune, disgrega. Lo cual lo muestra tal cual es.
Resume el miedo que conduce
a la incertidumbre y nuestra sociedad, al menos la pensante, no tolera ese
estado de vacilación, de perplejidad. Él vende una receta barata a una sociedad
de la esperanza, esa vana ilusión con la cual las iglesias o templos han hecho
su riqueza, aglutinando gente, desorientada, despistada, esperanzadora en una
quimera o utopía. Un farsante, pues. Una esperanza que te quite el miedo y la
incertidumbre; ello va en líderes de corte fascista.
Mueve si, las emociones.
Las de la duda y la sospecha.
Es un líder con carisma,
que realiza y ejecuta operaciones de marketing para tratar de convencer a una
masa electoral que vote con la pretensión de darle la vuelta a la situación que
prevalece en el país. AMLO, trae un cambio social imaginario, no el real que de
verdad necesita México. Porque su trabajo de base, está dividido, fragmentado y
fraccionado por las mismas ambiciones y envidias de esa estructura que viene de
diversos Partidos Políticos unos; y, otros que creen que son los “revolucionarios”
de la nueva era. Mismos que convocan a realizar manifestaciones; y, nadie se
para o se junta, para alzar la voz. Desde allí, está el problema medular de
Morena. Faltos de credibilidad entre ellos mismos.
Requerimos si una población
concienciada, emancipada e independizada y buscando de forma autónoma y activa
ese cambio. Con propuestas de profesionales en cada ramo. Caso claro, en la
Reforma Educativa que presentó el Gobierno, no hubo ni ha habido hasta el
momento una intervención de los verdaderos maestros para presentar una que se
pudiera aplicar y apoyarla colectivamente, para ponerla en práctica. Sino que
esperaron la propuesta, solo para realizar marchas y paros. Y, allí están los
maestros de Morena, con el descarado ejemplo de rebeliones y sediciones, no tan
solo en las calles, sino en los medios electrónicos, posteando hasta el
hartazgo, vídeos de plantones y discursos de insurrección y motín. Son atajos
erróneos.
No abonándole al discurso
de la academia, ni de la paz, menos a la
concordia.
@GradoCero_Gro