Mientras en el PRI de
Acapulco la terna parece haberse decantado luego de la ratificación de Fermín
Alvarado Arroyo como dirigente municipal, en el PRD la sombra de Ángel Aguirre
Rivero ha generado incertidumbre a los pretensos de ese partido.
En el tricolor, Alvarado
Arroyo dijo en su toma de posesión que trabajará de la mano con Julieta
Fernández y Javier Taja, quienes buscan la candidatura a la alcaldía, lo cual
ha sido interpretado como un descarte personal por esa posición, aunque aún
tiene tiempo de renunciar más adelante, el mensaje fue de unidad, con lo que se
entiende que como dirigente pondrá todo de su parte para que ésta se mantenga.
De Javier Taja se dice que
es el candidato del gobernador Héctor Astudillo Flores, sin embargo, en el
evento quedó manifestado el liderazgo de Manuel Añorve Baños en un amplio
sector del PRI de Acapulco, desde su llegada hasta que se retiró el tiempo se
le fue en atender a militantes que se le acercaban a saludarlo, hacerle
peticiones o tomarse una foto con él.
Añorve obviamente impulsa
a Julieta Fernández y la correlación de fuerzas será por tanto uno de los
factores más relevantes en la construcción y mantenimiento de esa unidad con la
que el PRI espera recuperar Acapulco.
Aunque no hay que perder
de vista al secretario de Fomento Turístico Ernesto Rodríguez Escalona, quien
pudiera ser el tapado.
En el PRD literalmente
están asustados por el petate de quien muchos creyeron políticamente muerto. El
ex gobernador Ángel Aguirre Rivero está jugando al gato y al ratón. Una vez se
corre el rumor de que va por Acapulco, otra que no es cierto, y luego, que lo
está pensando.
Y es que la caballada está
flaca. El autodesgaste de Evodio Velázquez Aguirre es evidente como para pensar
en que pretenda reelegirse, y los recientes cuestionamientos de miembros del
equipo de Beatriz Mojica Morga contra él, hacen pensar en que se ha decidido
por probar suerte por la candidatura al Senado, en lo cual choca con la
secretaria general perredista de su misma corriente política, aunque bien puede
ser una distracción acordada.
Ha levantado la mano el ex
aguirrista Víctor Aguirre Alcaide, aunque representa un riesgo ya que adelantan
que habrá escandalosas observaciones a su gestión como titular de la Secretaría
de Desarrollo Social en el Ayuntamiento de Acapulco, donde jamás se supo el
destino de un millón de pesos para atención al migrante, quedaron deudas con
hoteles por el hospedaje de participantes en el Festival de la Nao, y hay por
lo menos 60 proyectos de creadores a los que no se les ha pagado desde el año
pasado que ganaron un apoyo que ya habría sido reportado como liquidado.
Otro pretendiente es el
síndico illich Lozano Herrera, aunque es una moneda de cambio del dirigente de
su corriente CODUC, Sebastián de la Rosa Peláez para negociar su propia
candidatura a una Senaduría.
Aguirre buscaría llenar
esa orfandad, para lo cual se fortaleció adhiriendo a Izquierda Progresista de
Guerrero (IPG) a Alternativa Democrática Nacional, que es de las impulsoras del
Frente Amplio Democrático, que busca entre otras cosas, promover un gobierno de
coalición, sin PRI, algo que por cierto, también promueve el ex dirigente
priísta Manlio Fabio Beltrones ¿por casualidad?
Otro que podría llenar el
vacío en la izquierda es Ricardo Mejía Berdeja, su partido Movimiento Ciudadano
se abrió a las alianzas por primera vez en cinco años, y se sabe que ha sido
operador político de Andrés Manuel López Obrador, amén de que es el único actor
político que ha tratado de impulsar acciones contra la inseguridad desde su
curul en el Congreso de Guerrero.
Su líder político Luis
Walton Aburto se ha dejado ver tanto con IPG como con los perredistas que
apoyan a López Obrador, en tanto se define a nivel nacional si se concreta
alguna alianza o se va con candidatos propios, de lo cual dependerá el
candidato en Acapulco.
En Morena, tendrán que
definir un candidato que no se ve por ningún lado ni entre sus cuadros ni entre
los independientes que se han apuntado, si bien quien sea su abanderado tendrá
el empuje de López Obrador como candidato presidencial, el respaldo del
tabasqueño no fue suficiente en la pasada elección de gobernador para que Pablo
Amílcar Sandoval quedara en un sitio relevante.
Habrá que esperar si cuando
sean los tiempos decide dar un viraje a su estrategia de socavamiento a las
demás fuerzas de izquierda y se abre a la alianza con partidos que como
Movimiento Ciudadano, lo han apoyado, han caminado con él en sus anteriores
campañas y además ha demostrado que puede hacer ganar o perder elecciones.
Mientras tanto en el PRI y
en MC parecen ir más adelantados en la definición de quiénes serán sus
abanderados, lo cual les da más tiempo de organizarse.
REAPARECIDO
Otro ex gobernador
reaparecido es Zeferino Torreblanca Galindo, quien el sábado desayunó con
ingenieros y arquitectos en Acapulco, e incluso, con e priísta Julio César
Bello Vargas. ¿Para qué? Habrá que esperar.