Durante el desayuno que la
Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso del estado organizó la
mañana de este miércoles a comunicadores de Chilpancingo con motivo del “Día
del Periodista”, fue evidente la ausencia de Vianey Guadalupe Valderrábano Sagrero, directora de Comunicación
Social de dicha dependencia.
Resulta que ni su equipo
más cercano estuvo presente. Y se entiende. La funcionaria de marras no
pertenece al grupo político del presidente de la Jucopo, Antonio Helguera Jiménez, sino al del delegado del gobierno federal
en Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval
Ballesteros.
Y eso no es todo. Tampoco
estuvo presente el director de Servicios Financieros y Administrativos, Netzahualcóyotl Bustamante Santín,
quien el pasado 21 de noviembre y en pleno encontronazo entre el grupo de
Helguera y Sandoval, le fue invalidada su firma ante las instituciones
bancarias por desacatar la orden de aplicar el aumento salarial del 6 por
ciento a los trabajadores de confianza.
Es un secreto a voces que
las permanencias, tanto de Valderrábano Sagrero como el de Bastamente Santín,
penden de un hilo en el “hache” Congreso. O sea, que no llegarán a la “tamaliza”
del Día de la Candelaria, por su
cercanía con Sandoval Ballesteros y por su deficiente desempeño. I’m sooorry!
No estuvieron en el evento
con los periodistas convocados, porque ya no están en el ánimo del diputado
Helguera, ni de los demás integrantes de la Jucopo. No hay otra causa, razón,
motivo o circunstancia que explique sus “notables” ausencias.
Bien lo decía don Jesús Reyes Heroles, ideólogo del PRI
en los años 70s: “En política, la forma es fondo”. El significado de esta frase
deriva en que los procedimientos y la manera en que se articula la política,
son tan relevantes como la materia misma, pues son su propio reflejo y
consecuencia.
Durante el convivio con el
gremio periodístico, Antonio Helguera fue acompañado por el presidente de la
Junta de la Mesa Directiva, Alberto
Catalán Bastida, así como por los diputados Leticia Mosso Hernández (PT), Guadalupe
González Suástegui (PAN) y Ossiel
Pacheco Salas (Morena).
ASE:
¿ATEMORIZAR A QUIÉN?
Supuestamente, la
Auditoría Superior de Estado (ASE) procederá en contra de Ayuntamientos y de ex
presidentes municipales que desviaron recursos correspondientes al Instituto de
Seguridad Social de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero (ISSSPEG).
De acuerdo a fuentes suspegistas, los desvíos más representativos
de recursos ocurrieron en los gobiernos de los ex alcaldes de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, y de
Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena.
En mayo de 2019,
recordemos, la ASE determinó inhabilitar a tres ex funcionarios de la Comisión
de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (Capama), del
trienio del perredista Evodio Velázquez, entre ellos el ex director Javier Chona Gutiérrez, quienes además
tendrán que reembolsar en total 146 millones 922 mil 607 pesos.
Chona Morales fue inhabilitado
10 años para ocupar cargos públicos en los que maneje dinero, mientras que Guillermo Adolfo Galeana Salas, ex
director de Finanzas y Administración, 9 años y seis meses, y Juan Antonio Ramírez Valle, tres años.
“Se debe de hacer un pago
de poco más de 146 millones de pesos, que se tiene que resarcir en un plazo no
mayor a cinco días hábiles, después de que son notificados, y tienen 3 días
hábiles más para que presenten la ficha de depósito, de lo contrario, la ASE
notificará a la Secretaría de Finanzas para que inicie un procedimiento de
ejecución fiscal”, declaró en ese entonces el auditor Alfonso Damián Peralta.
Ciertamente, los recursos públicos no desaparecen por
arte de magia, sino porque alguien se los embolsa o gasta en otras cosas.
Mientras el titular de la
ASE se prepara para dar a conocer el estado que guardan los procedimientos
administrativos iniciados contra varios Ayuntamientos y ex presidentes
municipales, el Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero
(Suspeg) ha advertido que radicalizará sus acciones de protesta contra aquellos
que no entregaron las aportaciones obrero-patronales al ISSSPEG.
Es urgente y necesario que
el órgano fiscalizador proceda en consecuencia y no permita que aquellos ex
servidores públicos y ex representantes populares que hayan desviado recursos
sigan burlándose de la sociedad.
El
que nada debe, nada tiene que temer.
ENTRE
OTRAS COSAS… Todo indica que la Unidad de Inteligencia
Financiera (UIF) se está tomando muy enserio su papel de combatir a los
adversarios del presidente Andrés Manuel
López Obrador.
De entrada, ya indaga por
lavado de dinero y enriquecimiento ilícito al ex líder del sindicato petrolero,
Carlos Romero Deschamps; al ex
presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México y ex
secretario de Finanzas durante el gobierno de José Francisco Ruiz Massieu en
Guerrero, Édgar Elías Azar, y a “Los
Legionarios de Cristo”.
¡Sálvese quien pueda!
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