“Progreso del Sur, en el
año de 1900, arribó al pueblo de Atoyac una brigada de técnicos de la firma
comercial española Alzuyeta, Fernández, Quirós y Cia., con la finalidad de
localizar el terreno apropiado para construir una fábrica de hilados y tejidos”.
“El trabajo de la fábrica
se suspendió temporalmente en 1910 a causa de la revolución maderista
posteriormente reanudó labores sin tropiezos hasta 1928 a causa de la
revolución de Vidales, la fábrica fue saqueada, robada y varios españoles
fueron asesinados. Nuevamente en 1933 se suspendieron las labores de la fábrica
a causa de un conflicto obrero patronal, en donde los patrones no estaban de
acuerdo con la creación de un sindicato de trabajadores”.
El lugar, la comunidad “El
Ticuí”, hoy un casco derruido, ha sido un defecadero y sitio para tirar basura
de toda índole, sitio de amoríos y hasta de un crimen. Y, desde hace más de
tres trienios, las autoridades gubernamentales lo usan como un sitio de
cultura. Como si con esto se tratara de aliviar las desesperanzas del recuerdo
de aquella fructífera fábrica que dio trabajo a residentes y foráneos; y, con
ello a los atoyaquenses natos.
Grupos que con lecturas,
oratoria, narraciones y música, leen loas al lugar como tratando de revivir a
un muerto.
Además, cabe mencionar, no es un terreno apropiado
para estos reconocidos músicos.
Y, como cada alcalde
siempre ha tenido la ocurrencia; digo esto, porque allí no es un lugar
apropiado para presentar a la Orquesta Filarmónica de Acapulco (OFA), a que se
disfrute y deleite en solaz esparcimiento para los habitantes de esta comarca
de la costa grande, para escuchar el amplio repertorio y prestigio con que
cuenta dicha orquesta.
Mañana sábado, en el
Ticuí, se presenta la Orquesta Filarmónica de Acapulco, de nueva cuenta en el
tradicional defecadero y lugar lujurioso de enamorados. No se entiende la
necedad de hacerlo en este percudido y antihigiénico lugar que carece de los
servicios indispensables para las necesidades del cuerpo humano.
Siendo Atoyac de Álvarez,
la cabecera del municipio, bien valdría la pena, para observar un destello de inteligencia
de esas autoridades, lo presentaran en la Plaza “José María Morelos” del zócalo
de la ciudad, donde familias enteras puedan apreciar a estos músicos
profesionales; además de contar con mejor acústica y acceso a otros servicios.
“GradoCeroPress