miércoles, 12 de agosto de 2020

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos

      

Mario: tengo la receta, y la cura…

 

DE LOS OCHO ASPIRANTES A GOBERNDOR DEL ESTADO, es decir, los más importantes, Mario Moreno Arcos es, de acuerdo a un análisis, el que tiene la más completa radiografía de Guerrero, por su condición de secretario de Desarrollo Social. En consecuencia, también tiene la mejor receta de lo que requiere a partir del 2021.

Y es que como titular de la Sedesol, no sólo ha recorrido el estado entregando apoyos en nombre del gobernador Héctor Astudillo Flores, sino que como servidor público ha conocido de cerca los problemas existentes, y más aún, ha convivido con quienes los padecen, es decir, los guerrerenses que menos tienen.

Es decir, su diagnóstico es puntual, de ahora, y no de hace años, y obtenido de manera directa, es decir, de las propias autoridades municipales, y lo que es más, de quienes sufren los problemas y los pendientes que aún tiene Guerrero.

Por supuesto que en el actual gobierno, el que encabeza Héctor Astudillo, se han atendido y avanzado en los problemas del estado. Sin duda, habrá quiénes no lo entiendan ni lo vean así, pero sin mezquindades, es un hecho que Guerrero es otro muy diferente al de hace cinco años.

Guerrero, ciertamente, requiere de políticas que den continuidad a lo realizado, avanzando en lo que se lleva a cabo, y fortaleciendo lo que se tiene, en vez de ser reinventado cada seis años, o incluso por los gobernadores sustitutos que han dejado de hacer lo que funcionaba correctamente.

Hay que decirlo también. Gobernar Guerrero no debe ser cosa de ocurrentes, de improvisados, de analfabetas funcionales o de quienes creen que todo lo saben. Por el contrario, quien gobierne Guerrero a partir del 2021 debe ser tarea de quien conozca sus siete regiones, pero no en recorridos de campaña o producto de reuniones partidistas, sino sus problemas de fondo, partiendo del conocimiento de su gente.

Es indudable que el estado requiere de gobernantes honestos, responsables, pero además, capaces, que sepan del trabajo por venir de la cultura del esfuerzo, y que estén comprometidos con los guerrerenses. La improvisación, la ocurrencia y la irresponsabilidad sólo vendría a destruir lo que se ha avanzado en la entidad, igual a como actúa el gobierno federal.

Por eso es que de acuerdo a los análisis de referencia, de los ocho aspirantes a la gubernatura del estado, es decir, para sustituir en el cargo al actual gobernador Héctor Astudillo Flores, el actual secretario de Desarrollo Social es el mejor. Y es que, como se afirma, es quien tiene la más completa radiografía de Guerrero, porque la ha construido desde los pueblos más alejados en donde se lleva alumbrado a través de energía solar, y en donde están los niños y los ancianos que muchas veces no tienen qué comer porque las autoridades federales les quitaron los comedores comunitarios.

Claro. También Félix Salgado, Pablo Amílcar Sandoval, Luis Walton, Beatriz Mojica, Javier Saldaña, Manuel Añorve, y Carlos Reyes, recorren el estado, pero lo hacen en función de sus aspiraciones políticas, reuniéndose con grupos determinados. Sin embargo, cuando se va hasta lo más apartado de la Sierra, de la Montaña, la Costa Grande, la Costa Chica, la zona Centro, la región Norte y la Tierra Caliente, o a las colonias más pobres de Acapulco, con la responsabilidad de atender y resolver los problemas de la gente, pero además como parte de una convicción de servicio, comiendo una tortilla con sal, entonces la perspectiva es otra y en ella les lleva delantera Moreno Arcos.

Más aún. Una cita bíblica dice que “por sus frutos los conoceréis”, y en este sentido, uno puede imaginar cómo gobernaría cada uno de los aspirantes en razón de que han ocupado u ocupan cargos de representación popular o administrativos, y allí están, también, los señalamientos por los resultados obtenidos en la función pública. Algunos, por cierto, son señalados de bandidos y corruptos.

Ya lo hemos dicho. Hay avances en Guerrero, pero aún hay muchos pendientes por la falta de apoyo de los gobiernos federales, incluido el actual. Sería lamentable que a partir del 2021, este suelo suriano tuviera un gobernador que destruyera lo que se ha hecho bien.

Dice Mario Moreno: “no solo tengo la receta, sino la cura, pero será el pueblo de Guerrero quién lo decida”.

De entrada, señala que la educación y la salud son dos rubros importantes para sacar a Guerrero del atraso. “Si hay educación, y si hay salud, tendremos desarrollo y progreso”. Sin duda, tiene bien claro lo que requiere el estado.

¿Lo entenderá su partido?

Comentarios: julio651220@hotmail.com