• Universitarios que no lo son.
• Guerra sucia en el tricolor?
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A VER. SI QUIENES SE DICEN
ESTUDIANTES DE LA UAGRO, no lo son, de acuerdo a lo señalado por el rector de
la máxima casa de estudios, ¿entonces quiénes son los que reclaman el pago de
becas por parte del gobierno del estado, vía la Secretaría de Desarrollo
Social? ¿Quiénes son estos jóvenes que se asumen como universitarios, y sin embargo
Javier Saldaña Almazán los desconoce como tal? ¿Cuál, pues, es el fondo del
asunto?
Lo anterior tiene que ver
con una protesta de unos 20 jóvenes que dijeron ser estudiantes de diversas
licenciaturas de la Universidad Autónoma de Guerrero, realizada en el puerto de
Acapulco, y en la que exigieron al gobierno del estado, vía la Secretaría de
Desarrollo Social, el pago de becas correspondientes al ciclo escolar
2020-2021, es decir, cuando aún no ha iniciado ni mucho menos se ha integrado
el padrón de beneficiarios.
Y por si eso fuera poco,
el rector de la Uagro, Javier Saldaña Almazán, desmintió que los jóvenes que
exigían el cobro de becas, y que se decían estudiantes de diversas
licenciaturas de la misma institución, pertenezcan a la comunidad estudiantil
de la máxima casa de estudios. No son estudiantes de la Universidad, dijo
categóricamente en un comunicado oficial. Y mire usted, el hijo predilecto de
Santa Bárbara, aspira a ser candidato a gobernador del estado.
Entonces, ¿quiénes son
esos jóvenes que reclaman el pago de becas? ¿Si no son universitarios, y menos
aún se integra el padrón de beneficiarios, cuál es el objetivo oculto? ¿A quién
pretenden exhibir? ¿A quién golpear y hacerlo ver cómo insensible?
Y es que si bien es el
gobierno del estado quien cubre las becas, por cierto, con recursos propios, es
el secretario de Desarrollo Social, Mario Moreno Arcos, quien tiene a cargo el
programa cuyo padrón es de casi tres mil beneficiarios, en razón de que el
gobierno federal absorbió el de primaria, secundaria y bachillerato, como
ocurre con otros programas, en donde la Federación dejó fuera de los apoyos a
un importante sector de la población, de la cual se hace cargo el gobernador
Héctor Astudillo Flores.
El pago de las becas se
continuará haciendo, porque ésa es la instrucción del gobernador Héctor
Astudillo, a fin de continuar apoyando a los estudiantes con un alto
aprovechamiento académico y que cumplan los requisitos establecidos en la
convocatoria, la cual apenas fue difundida. Pese a los recortes presupuestales,
el objetivo es cumplir con los estudiantes que están fuera del programa de
becas del gobierno federal, dijo ayer el titular de la Sedesol.
Por cierto, este viernes
el secretario de Desarrollo Social buscará reunirse con quienes se manifestaron
en Acapulco, a fin de explicarles cómo funciona el programa de becas del
gobierno del estado para el nivel de Licenciatura, lo que pone de manifiesto la
disposición del funcionario estatal, aunque hay que reiterar que los
manifestantes, de acuerdo al rector de la Uagro, no son estudiantes de la
máxima casa de estudios del estado.
Lo cierto es que en
política nada es casual ni coincidente. Es obvio que la protesta de los
supuestos estudiantes de la Uagro, que no lo son, tiene un objetivo, al igual
que su exigencia de pago de becas cuando ni siquiera se integra el padrón de
beneficiarios. Es decir, poner en entredicho el trabajo que realiza la
Secretaría de Desarrollo Social al mando de Mario Moreno Arcos, de donde
depende el programa de becas en favor de estudiantes de Licenciatura de la
Uagro y que están fuera de los programas del Gobierno federal.
Moreno Arcos, como todo
mundo lo sabe, es uno de los tres aspirantes del Partido Revolucionario
Institucional a la gubernatura del estado. Y como mundo sabe también, nunca ha
perdido una elección, de las seis en las que ha participado, por las que ha
sido síndico municipal, alcalde de Chilpancingo, diputado local y diputado
federal. También ha ocupado cargos dentro de la administración pública federal,
y se ha desempeñado como delegado especial del PRI en diversos estados del
país.
Hay que decirlo también.
Como bien lo dice el propio titular de la Sedesol, lo podrán señalar de
cualquier cosa, menos de corrupto, menos de apropiarse de cosas que no le
corresponden.
En fin. Parece ser que la
guerra sucia también está llegando al PRI. Y eso que aún no inicia ni siquiera
el proceso electoral local por el que se habrán de elegir gobernador del
estado, diputados locales y presidentes municipales. Sin duda, la del 2021 será
una elección complicada para el PRI, y más si no elige a un buen candidato, que
además de sumar al interior del tricolor, sepa sumar a amplios sectores de la
sociedad guerrerense.
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