OSCAR MEMEIJE FRANCO |
El Acabús ha dado sus primeros pasos con las autoridades abordo,
es de absoluto interés del gobernador que esa inversión pueda generar
beneficios a la población de Acapulco, pero sobre todo pueda resguardar la
integridad física a los usuarios, ya que el pan de cada día en el transporte
público es accidentes vehiculares, personas que son lesionadas o muertas por
los cafres del volante.
Por
su parte la autoridad local tiene una gran tarea, implementar la cultura vial,
la cual es ausente en el puerto, cabe hacer mención que la falta de esta
cultura se propicia desde el departamento que practica exámenes a los
aspirantes a conducir un vehículo, porque desde ahí se debe evitar la entrega
de la Licencia de conducir a las personas que no tienen la aptitud y cultura
vial.
La
cultura vial denota su mejora en la medida en la que se disfruta de la
movilidad en las calles, esto es el resultado de la buena distribución de los
espacios, el flujo de todos los actores en las calles y la conciencia de cada
uno desde su rol de peatón, automovilista, etc., para propiciar la suficiente
seguridad en la que se reduzcan los riesgos de accidentes.
Al
transitar por las calles te vas dando cuenta que es algo común que los
motociclistas y ciclistas no llevan los aditamentos de seguridad necesarios
para transitar, que los automovilistas no respetan los semáforos, que
automovilistas usan el móvil al manejar, que no dejan pasar a otro automóvil
aunque haya anunciado que va a dar vuelta con su direccional, que no le dan el
paso a los peatones, que los peatones no usan los puentes, que los peatones
tampoco respetan los semáforos.
Es
inaceptable que la autoridad no se ocupa de realizar acciones a favor del
respeto al reglamento de tránsito, pero ¿cómo? si ni siquiera lo conocen, la
mayoría de los ciudadanos nunca lo ha leído, no sabe cuáles son las
infracciones, no tienen ni idea de qué está bien y qué está mal dentro del
reglamento; es ahí donde muchas personas caen en las redes de la cultura de la
ilegalidad ante policías de tránsito corruptos. ¿Cómo obtuvo su Licencia de
Conducir?
Es
urgente aplicar el Reglamento sin distingos y con permanencia. Un reglamento es
una norma jurídica de carácter general dictada por la Administración pública y
con valor subordinado a la Ley. En resumen, un reglamento es un documento que
especifica normas para regular todas las actividades de los miembros de una
comunidad. Consiste en sentar bases para la convivencia y prevenir los
conflictos que se pueden generar entre los individuos.
La
aplicación de la ley, permitirá reordenar parte del caos vial, evitará
accidentes, permitirá ordenar la ciudad y generará ingresos para invertir en
obra pública para el beneficio colectivo.
Un
buen conductor no es aquel que conduce a gran velocidad, hace maniobras
arriesgadas y dice que maneja mejor cuando consume alcohol, si no aquel que
conduce con responsabilidad, respeta las normas de vialidad, el derecho de los
demás y aplica técnicas de manejo seguro y a la defensiva.
Es
necesario que todos trabajemos hacia un mismo objetivo, que permita ayudar a
mejorar nuestra cultura vial:
ü Poner en marcha un plan municipal de
cultura vial.
ü Promulgar nuevas leyes o mejorar el
cumplimiento del Reglamento existente.
ü Crear instrumentos de sensibilización.
ü Organizar actos públicos destacados en
relación a la prevención de accidentes.
ü Contribuir en la creación o
modificación de la modificación de reglamentos.
ü Publicar normas de seguridad
aplicables al propio parque de vehículos.
ü Actuar como “embajadores” para la
seguridad vial.
ü Integrar a una asamblea de la
juventud.
ü Velar por la seguridad en las
cercanías de las escuelas.
ü Actos relacionados con las víctimas y
los supervivientes:
ü Compartir las historias y explicar las
consecuencias de los accidentes de tránsito.
ü Comprometerse a publicar noticias y reportajes
sobre la seguridad vial.
ü Informar con responsabilidad sobre los
accidentes de tránsito, empleando las noticias sobre los accidentes como una
oportunidad para tratar cuestiones sobre prevención.
ü Actuar como conducto para las campañas
de mercadotecnia social y de los medios de comunicación.
No
se puede soslayar que las corporaciones deben tener elementos de vialidad
íntegros, con disciplina y rigurosos en la aplicación de las normas oficiales,
no se sirva para sus bolsillos ante actos de corrupción. Desde luego que como
sociedad quisiéramos conocer actos de despido por corrupción de algún
elementos, en caso de fomentarla extorsión, que no quede en sueño, que sea una
realidad y de ser necesario, actuar en consecuencia si algún mal conductor incurre
en corromper a algún elemento vial.
Mejorar
la cultura vial es responsabilidad de todos, pues cada que salimos de casa nos
exponemos a estar involucrados en un accidente, sin embargo, en la medida en la
que nos concienticemos de la importancia de convivir podremos mejorar nuestra
relación en las calles y así disminuir las probabilidades de que esto suceda.