lunes, 30 de enero de 2012

COMPLICIDAD GUBERNAMENTAL Y SOCIAL, EN EL ASUNTO DE LA DELINCUENCIA ORGANIZADA: JESÚS MENDOZA


Por: Zoila Elena Solís Hernández/Suriana

Acapulco, de Juárez, Guerrero.- "Una complicidad gubernamental y social son los responsables de que más de tres millones de mexicanos vivan de la delincuencia organizada" aseguró el sacerdote Jesús Mendoza quien expuso el tema “construyendo la paz” en  la sesión de cada lunes con las mujeres de la Prensa en Guerrero que preside María de los Ángeles Olguín Maldonado donde el presbítero estuvo como invitado especial.
Criticó que las practicas ilegales hoy son vistas como normal, cuando hace más de cuarenta años no se pensaba siquiera que estos momentos se verían en el acontecer diario y que se sigan practicando como si nada sucediera hay una responsabilidad compartida entre el Estado y la sociedad a la cual se incluye el papel de la iglesia, la cual tiene la enorme tarea de volver a la relación con Dios.
Con ideas propositivas sostuvo que existe un único camino para salir de esta situación y que no consiste en otra cosa más que: Ser parte de la solución si fuimos parte de la descomposición”.
Jesús Mendoza afirma que "se tiene que mirar hacia delante es decir cómo se quiere vivir en Acapulco dentro de diez años, de la noche a la mañana no se va acabar con la delincuencia organizada si el termino de esta situación es un destino entonces conviene apresurarse a colocarse en el camino y tener en mente y en las acciones pensamientos y acciones de convivencia humana profunda que se derrame entre los quehaceres diarios de la comunicación y la formación de valores desde cada metros cuadrado en responsabilidad personal: “Sin la participación de la sociedad civil no se va a erradicar la violencia”.
Hizo un llamado a tener el tema de la construcción de la paz en el eje de cada día y que todos vayan sumando a pesar de la pluralidad y diferencias marcadas en la actualidad las cuales forman parte de este contexto que se dejó de vivir desde hace dos décadas: “Es una apatía, falta de sensibilidad falta de perdón, perdida de valores, perdida de comunicación entre padres, hijos, gobernantes donde cada quien usa la confrontación y la violencia para arreglar sus asuntos” dijo el sacerdote.
Para dar término a la impunidad acoplada con la corrupción y la violencia es necesario que el gobierno incida en ellas con propuestas que se inicien con la aplicación de políticas públicas encaminadas a erradicarlas desde la escuela, las instituciones del sistema político y que la sociedad civil deje de estar en pañales y con actitud apática dijo: “Es necesario responder y capacitarnos para responder y contribuir a la eliminación de la violencia”.
Invitó a las mujeres de la prensa a utilizar sus armas en los medios de comunicación para difundir la necesidad de  una nueva forma de vivir, una nueva cultura que se adapte a erradicar la violencia consultando las acciones de la mercadotecnia donde se visualice un verdadero proyecto de nación  con paradigmas distinto donde “el respeto a los derechos personales sea la causa que enarbole la verdadera bandera por la búsqueda de la paz”. Puntualizó.