* Más de 60 mil habitantes sin agua en sus casas.
·
* Los dineros otorgados por Conagua y Sedatu,
desviados, por dos administraciones.
El problema de
abasto de agua, que no quisieron resolver el ex alcalde perredista Carlos
Armando Bello Gómez; tampoco lo solucionó el ex primer edil priista, Ediberto
Tabarez Cisneros, porque en vez de invertir en infraestructura hidráulica,
desviaron los dineros para otros fines ajenos a los que estaban destinados. Hoy
tiene sus nefastos resultados, más de 60 mil habitantes, sin agua en sus
hogares.
La Comisión de Agua
Potable, Alcantarillado y Saneamiento del Municipio de Atoyac (CAPASMA), no ha
anunciado fecha para que en los hogares se cuente con el líquido. Lo cual
genera gastos extras en la maltrecha economía de los atoyaquenses, pues se
avoca a la compra de pipas de agua o garrafones de agua electropura.
Hoy, el alcalde
priista Dámaso Pérez Organes, enfrenta un severo problema que habrá de
resolver, pues tiene ante si dos enormes problemas. La bomba que surte a la
ciudad del vital líquido, trabaja en menos de un 60 % de su capacidad. El
tanque de almacenamiento de agua, a punto de colapsar (pese a que en el
Gobierno de Tabarez Cisneros, se lo recomendó Conagua; pero éste omitió el
llamado de prevención) lo que puede ocasionar daños con desenlaces fatales a
los pobladores de la misma Colonia "El Tanque".
Lo mismo, la tubería
que desde hace más de 40 años no pudo ser reparada, está a punto de reventar,
lo que puede ocasionar daños considerables y vidas que lamentar, pues esta pasa
por debajo de hogares asentados a lo
largo y ancho del paso subterráneo de la tubería obsoleta. Los pobladores que
desconocen que bajo sus pies, está latente un peligro de explosión, no han sido
notificados.
La Presa “Juan
Álvarez”, mejor conocida como la Presa de El Ticuí, aún no ha sido limpiada ni
reparada, razón por lo cual, la tubería que surte a la ciudad, es arcaica y
presenta fugas por doquier. La Comisión de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento
del Municipio
de Atoyac (CAPASMA),
no ha emitido boletín alguno donde previene a la comunidad atoyaquense, de la
ausencia de agua.
Asimismo desde
hace más de tres meses, el agua no es clorificada, lo que ha desencadenado
enfermedades gastrointestinales e infecciones bucofaríngeas, entre infantes. Es
decir, están bombeando el agua “cruda”, tal cual, se recoge, así se surte a la
población.