domingo, 24 de julio de 2016

MÉDULA La perpetuidad del Pacto por México Por Jesús Lépez Ochoa


No sé quien defendió con más vehemencia las reformas del presidente Enrique Peña Nieto, en particular la educativa, si la secretaria general del PRI Carolina Monroy del Mazo, o el gobernador perredista de Morelos Graco Ramírez Abreu.
Ambos estuvieron este fin de semana en Acapulco, la primera en un evento de la Escuela Nacional de Cuadros de su partido, y el mandatario morelense ofreció a su vez una conferencia de prensa junto al alcalde Evodio Velázquez Aguirre. ¿Coincidencia?

Monroy del Mazo llamó a los jóvenes priístas a estudiar el conjunto de reformas y divulgar sus “bondades” en sus familias y universidades. Su discurso se centró en destacar avances en la economía, obviamente no mencionó el alza en combustibles y electricidad, pero culpó a los maestros de crear “esa percepción de crisis”, aunque éstos se manifiestan contra la reforma educativa, no contra la creciente devaluación del peso y del poder adquisitivo.

Incluso, hizo una analogía entre la promulgación de las Leyes de Reforma en tiempos del presidente Benito Juárez, el favorito de  los priístas, que causó cólera en las redes sociales, por parte de usuarios que han sido en su mayor parte educados con la historia oficial y por lo tanto, muchos desconocen que en su momento fue considerado un dictador que duró 14 años en el poder, en el que se mantuvo manipulando las leyes y mandando fusilar a quien le estorbara.

A quienes conocen la historia no oficial el comparativo les causó risa.

Al hacer dicha analogía enfatizó que en ese tiempo Juárez limitó el poder y los bienes de la Iglesia y que tuvo que salir de México para no ser asesinado, para rematar con la frase de que Peña Nieto “sabe muy bien lo que necesita México”.

De tal manera que su discurso fue la respuesta del PRI a la Iglesia Católica que en el editorial de su semanario Desde la Fe, la semana pasada, fustigó las reformas del gobierno mexicano a las que calificó como “un barco que hace agua”.

Por su parte, Graco Ramírez Abreu defendió que la reforma educativa “no es un acto autoritario, unilateral del gobierno federal”, ni “una imposición” sino un consenso muy amplio con la sociedad “y los maestros”, y adelantó que los gobernadores del país se habrán de pronunciar al respecto el próximo martes.

Esto a unos días de que la dirigente nacional de su partido, el PRD, Alejandra Barrales Magdaleno, declaró que “nos equivocamos con las reformas”, y luego de que el Comité Estatal perredista en Guerrero ha tratado de llamar la atención del magisterio al manifestarse “en apoyo” a su lucha.

Pareciera que el PRI y el PRD, partidos que impulsaron las reformas mediante el Pacto por México, siguen cerrando filas en torno a estas, y de ahí que el supuesto apoyo perredista a la lucha magisterial sea un doble discurso.

LAMENTABLE
El asesinato del alcalde de Pungarabato (Ciudad Altamirano), Ambrosio Soto Duarte, enrarece aún más el clima social y político de Guerrero. Más, porque él había estado denunciando públicamente las amenazas de que era objeto por parte del crimen organizado. ¿Qué hacer cuando tanto los ciudadanos como las autoridades son vulnerables a este monstruo de mil cabezas? ¿Qué hará el Estado mexicano?

jalepezochoa@gmail.com