Diversos
organismos, incluso diarios de circulación nacional han dado a conocer cuáles
son las ciudades que no tienen calidad de vida, que no garantizan seguridad y
que otorgan pésimos servicios públicos. La lista la encabeza la capital de
Guerrero: Chilpancingo.
Además
de no contar con un relleno sanitario para depositar basura y su tratamiento,
Chilpancingo se ha convertido en una de las ciudades con alto índice de
inseguridad, pues en lo que va del año casi 60 personas han sido asesinadas de
manera violenta.
En
las últimas horas fue secuestrado el ex líder de los empresarios –Canacintra- y
miembro del Consejo Municipal de Seguridad, Carlos Cruz Islas, hijo de
reconocido catedrático de la UAGro. Miembros de la iniciativa privada de Chilpancingo
se encuentran consternados y alarmados por el plagio.
Casi
diario se registran uno o dos asesinatos en la capital estatal, y se escuchan
balaceras en distintos puntos de la ciudad, pero además la mayoría de la
población padece de escasez de agua entubada; existen colonias de la periferia
que son zonas oscuras por falta de luminarias.
En
lo que va del año, unos 30 negocios han cerrado cortinas, entre ellos el
restaurante de la cadena La Mansión, por la inseguridad y baja asistencia de clientes. Por
el cierre de ese establecimiento 130 personas perdieron sus empleos.
MARCO
LEYVA, “DESAPARECE” RECURSOS.
El
Síndico Municipal de Chilpancingo, Miguel Ángel Hernández Gómez junto con
regidores de distintos partidos exigen que el alcalde priista, Marco Antonio
Leyva Mena, explique en dónde se han aplicado más de 50 millones de pesos que
fueron destinados por la federación para el rubro de seguridad.
Con
tales recursos iban a comprarse más patrullas, equipo y contratación de más policías,
pero el alcalde Leyva Mena no hace nada por acatar la instrucción del Consejo
Nacional de Seguridad. La querella-denuncia ya fue turnada al titular de Gobernación,
Miguel Osorio Chong.
La
comuna de Chilpancingo maneja un presupuesto anual cercano a los 800 millones
de pesos, pero los recursos no son aplicados correctamente porque en la capital
no existen obras de relevancia, hay miles de baches en la mayoría de las calles
y no se construyen nuevas vialidades.
Y
en las comunidades del municipio se vive una situación similar a la capital,
Chilpancingo, la peor del país, junto con Ecatepec, Estado de México y
Acapulco, con excepción de su Costera, frente al mar, y la zona diamante.
PRD:
CAMBIO DE CHAQUETA.
“Figuras
del PRD”, se denominan ahora los veteranos ex dirigentes perredistas que han
utilizado las siglas de ese partido para arribar a diversos cargos y saciar sus
apetitos de dinero y poder. Ahora que el barco perredista se hunde, los “viejos
líderes” actúan como las ratas pues son las primeras en salir huyendo.
Esos
“cartuchos quemados” ya se quieren subir al convoy de Morena, aunque no los
inviten. Son los casos de: Nicanor Adame, gris ex diputado; Félix Moreno
Peralta, ultra radical de la Ceteg; Misael Medrano Baza, zeferinista de hueso
colorado; Apolinar Segueda, cacique y pulpo del transporte público; Félix
Salgado Macedonio, ex alcalde que inició la era violenta y corrupta en
Acapulco; Saúl López Sollano, quedó huérfano a la muerte de su ex jefe Armando
Chavarría; Ranferi Hernández, turista crónico en Francia y Mauro García Medina,
otro huérfano de Chavarría.
¿Cuántos
votos le darán en Guerrero estas ocho “figuras perredistas”, al mesiánico
candidato presidencial y dueño de Morena, Andrés López Obrador?
En
el PRI, a todo aquel que se cambia de partido le llaman “chaquetero”. En el
crimen organizado a todo aquel que se cambia de bando le llaman “chapulín”, y
los capos no perdonan: ejecutan a todo aquel que los traiciona.
Entonces
los ocho viejos perredistas “chaqueteros” que abandonan a su partido, ¿cuál
será la sanción que les aplicarán?... Punto