La Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación actualizó su estadística de repatriaciones y en lo que va de enero suman mil 368 casos de guerrerenses que han sido deportados.
Un dato que no se puede pasar por alto es que en más de una tercera parte (el 38 por ciento) de los 142 casos de menores de edad originarios de Guerrero devueltos a nuestro país en lo que va del presente año, se trata de adolescentes de entre 12 y 17 años que han sido repatriados sin un acompañante.
El año pasado se registraron en total 943 casos de menores guerrerenses deportados sin compañía.
Guerrero ocupa en la estadística actual el primer lugar nacional en deportación de menores y el cuarto en la repatriación de éstos sin acompañante.
Ellos son entregados a las autoridades mexicanas en 16 diferentes puntos de recepción ubicados en los estados fronterizos de Baja California, Chihuahua, Coahuila, Sonora y Tamaulipas, desde donde deben ser entregados al DIF y enviados a sus lugares de origen con una persona que los acompañe.
Afortunadamente estos menores llegan a manos de las autoridades. La pregunta es ¿cuántos en su intento de cruzar la frontera caen en las garras de organizaciones criminales de trata de personas y explotación infantil?
Sin duda las autoridades de los tres niveles de gobierno tienen mucho que hacer para diagnosticar y atender las causas de que los adolescentes decidan correr el riesgo de abandonar sus estados de origen en busca del sueño americano.
En Guerrero hablamos de 943 casos el año pasado y 54 en el presente que están identificados por la Secretaría de Gobernación, pero se desconoce el tamaño total del fenómeno por los que no han sido deportados o no alcanzaron su objetivo de cruzar la frontera.
El gobernador Héctor Astudillo Flores ha demostrado su interés en la protección a los migrantes guerrerenses y en el caso de Ayuntamientos como el de Acapulco ya está presupuestado un programa de Oportunidades con empleo temporal y proyectos productivos para repatriados a propuesta de la Comisión de Migrantes que preside el regidor Arturo López Sugía.
Pero en el caso de los menores repatriados no basta con políticas de reinserción sino que deben efectuarse acciones preventivas que mucho tienen qué ver con que los niños y adolescentes se desarrollen en un entorno social adecuado.
Ojalá la Secretaría del Migrante a cargo de Fabián Morales Marchán emprenda una estrategia de coordinación con el DIF, la Secretaría de Educación, la Coordinación de Asuntos Globales de la Universidad Autónoma de Guerrero, entre otras dependencias, para atender este asunto, ya que los menores son el sector más vulnerable de los migrantes del estado.