El pasado 8 de septiembre
inició formalmente el proceso electoral federal 2017-2018, calificado como “el
más grande en la historia” del país por el número de cargos en disputa y porque
el mismo día de la jornada electoral (domingo 1 de julio de 2018) se realizarán
elecciones locales en 30 de los 32 estados de la República.
Los electores guerrerenses,
por ejemplo, recibiremos en la casilla correspondiente 5 boletas electorales
para votar por el próximo presidente de la República, senadores de la
República, diputados federales, diputados locales y presidentes municipales.
En esta ocasión hablaremos
de la elección de diputados locales.
De acuerdo al artículo 43 de
la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Guerrero, el Poder
Legislativo se deposita en un órgano denominado Congreso del Estado integrado
por representantes populares denominados diputados, se renovará en su totalidad
cada tres años y funcionará a través de la Legislatura correspondiente.
La actual Legislatura (LXI)
entró en funciones el 13 de septiembre de 2015 y concluirá el 12 de septiembre
de 2018.
Es muy probable que algunos
legisladores aprovechen las reformas electorales realizadas en los últimos
años, particularmente lo que tiene que ver con la reelección. Sí, ¡la
reelección!, que tanto combatió Francisco I. Madero.
“Los diputados al Congreso
del Estado podrán ser electos de manera consecutiva hasta por cuatro periodos.
La postulación sólo podrá ser realizada por el mismo partido o por cualquiera
de los partidos integrantes de la coalición que los hubieren postulado”.
(Artículo 45, párrafo cuarto de la Constitución local).
El Congreso del Estado se
integra por 28 diputados de mayoría relativa y 18 diputados de representación
proporcional (mejor conocidos como pluris).
Cada diputado propietario
cuenta con un suplente, del mismo género, que también es elegido mediante
sufragio universal, libre, directo y secreto.
Llama la atención que la LXI
Legislatura siga con una curul acéfala.
Recordemos que el pasado 3
de mayo, el priista Saúl Beltrán Orozco solicitó licencia al cargo por tiempo
indefinido. Y, lo peor de todo, Modesto Carranza Catalán (su suplente) fue
asesinado el 10 de marzo en Ciudad Altamirano, municipio de Pungarabato, en la
región de Tierra Caliente.
Beltrán Orozco enfrenta un
proceso penal en su contra por el delito de homicidio calificado contra un
trabajador del Ayuntamiento de San Miguel Totolapan. Además, ha sido señalado
por el fiscal Javier Olea Peláez, de
ser “El Tequilero número uno”.
“Los Tequileros”, es un
grupo criminal que opera impunemente en comunidades serranas de San Miguel
Totolapan y Gral. Heliodoro Castillo (Tlacotepec).
Otro legislador que solicitó
licencia a principios del mes de septiembre, es el perredista Sebastián de la Rosa Peláez, quien pretende
la candidatura a senador por el PRD.
Y para eso, el Congreso
llamó inmediatamente a Perfecto Rosas
Martínez –suplente de De la Rosa– a ocupar la curul. Fue el 13 de
septiembre cuando el joven originario del municipio de Petatlán rindió protesta
de ley como diputado local.
LOS
SUSPIRANTES.- Es obvio que la mayoría de los integrantes
de la LXI aspiran a una presidencia municipal y soliciten licencia en las
semanas venideras. Pero bien vale señalar que no todos tendrán el éxito que
pretenden.
En las sesiones se ve
claramente quiénes le ponen empeño al trabajo parlamentario.
Muy pocos suben a tribuna
para presentar iniciativas de ley y debatir temas de interés social.
Uno que otro sube a tribuna
solamente para leer efemérides y/o exhibir su deficiencia en la lectura.
Los que se han caracterizado
en el debate desde el inicio de la Legislatura son Rosa Coral Mendoza Falcón
(PRD), Héctor Vicario Castrejón
(PRI), Flor Añorve Ocampo (PRI), Ricardo Mejía Berdeja (MC), Cuauhtémoc Salgado Romero (PRI), Iván
Pachuca Domínguez (PAN), Samuel Reséndiz Peñaloza (PRI) y Silvano Blanco de
Aquino (MC).
Los más grises han sido la
atoyaquense María de los Ángeles Salomón Galeana (PRI), J. Jesús Martínez
Martínez (PT), la chilapeña Flavia García García (PRI), Rossana Agraz Ulloa
(PVEM), el añorvista César Landín Pineda (PRI), Antelmo Alvarado García (PRI),
Isabel Rodríguez Córdoba (PRI) y los hermanos Carlos y Crescencio Reyes Torres
(PRD).
Es lamentable que la mayoría
de los 45 integrantes de la LXI Legislatura solamente asista a las sesiones a calentar sus
curules y a “comadrear”.
A Guerrero le urgen
representantes populares responsables y comprometidos en mejorar las leyes,
códigos y otros ordenamientos jurídicos.
Ojalá los electores también
aprendan a elegir buenos representantes populares y no seguir votando por
personajes que solamente aparecen en tiempos electorales para regalarles
despensas, cobijas, láminas y otro tipo de apoyos.
A ver cuántos legisladores
locales se animan en reelegirse en sus respectivos distritos.
Lo cierto es que se avecina
una fuerte competencia electoral. El 2018 será una prueba de fuego para el PRI
–partido gobernante–, y no sólo en Guerrero, sino en todo el país.
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