"Muerto el rey, viva el nuevo rey", reza una máxima popular y
que en política y la vida cotidiana aplica muy bien.
Poco antes del 30 de septiembre, Evodio
Velázquez Aguirre se preparaba para dejar la Presidencia Municipal de
Acapulco. Quería dejar todo en orden, pero sus adversarios políticos querían
que saliera por la puerta de atrás.
Varios se prestaron a la guerra
sucia que fue orquestada desde los
sótanos de la perversidad, entre ellos, gente que se vio beneficiada con cargos,
gestiones y otro tipo de favores de parte del también dirigente de la corriente
perredista Nueva Mayoría en Guerrero.
Evodio Velázquez recuperó Acapulco en 2015
para el PRD. Y lo hizo
sin el apoyo de Movimiento Ciudadano. Ganó la elección en ese entonces porque
trabajó arduamente en las colonias y localidades.
Varios se colgaron de su imagen y otros renunciaron a sus corrientes
políticas para ocupar espacios en el Ayuntamiento y no quedar fuera del presupuesto.
Evodio cobijó a varios perredistas, petistas
y uno que otro priista. A algunos los impulsó para ser candidatos a diputados y
alcaldes en sus municipios.
Antes de la elección del 1 de julio y ante un PRD disminuido en
Acapulco, varios de esos personajillos que Evodio hizo funcionarios y
estuvieron en la nómina durante más de dos años, se fueron a la campaña del
priista Ricardo Taja Ramírez,
pensando que éste arrasaría en las urnas. Y otros se fueron a Morena.
Pero ¡sorpresa! Taja perdió ante Morena y el PRD quedó en un lejano
tercer lugar.
Y uno que otro de los que fueron favorecidos políticamente por Evodio
para ser candidatos en los municipios, hoy parecen darle la espalda cuadrándose
ante el ex gobernador Ángel Aguirre
Rivero y el empresario Luis Walton
Aburto, su archi adversario.
Y ocurre lo que tenía que ocurrir. A
Velázquez Aguirre le están cerrando el paso para ser dirigente estatal del PRD. Y sus obstaculizadores son aquellos que en
su momento también gozaron de privilegios en el Ayuntamiento de Acapulco.
Asimismo, algunos de sus "aliados" y que gobiernan importantes
municipios andan coqueteando con Morena.
Desde luego que el ex edil acapulqueño sólo los observa y seguramente
searrepiente porhaber criado cuervos. ¡Zas!
En este momento el escenario no le es
favorable al PRD ni a Evodio Velázquez, pero eso no implica que esté muerto políticamente.
La política es como la rueda de la fortuna: a
veces arriba y a veces abajo.
Hoy por hoy, Evodio Velázquez
sabe perfectamente con quien cuenta y de quienes debe cuidarse.
Queda claro que las traiciones están a la orden del día.
ENTRE OTRAS COSAS... En la Sierra de Guerrero no sólo está en
juego el control de la amapola y las mineras, sino también la carrera política
de algunos distinguidos personajes.
El conflicto en la Sierra va más allá de las
balas y desplazados. Y su cercanía con Chilpancingo genera zozobra.
Lamentablemente, al gobierno agonizante de Enrique Peña Nieto le vale un soberano comino lo que ocurre en esa
región, ya que para ellos–los administradores del poder– es más importante
Acapulco.
Todo indica que seráAndrés Manuel
López Obrador atender quien atienda el grave caso de la Sierra de Guerrero.
¿Cómo le hará? ¿Pondrá en cintura a los
representantes populares de dicha zona y detendrá a los líderes del crimen
organizado que operan impunemente?
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