Tiene
mucha razón el ex mandatario estatal Ángel Aguirre Rivero: El gobernador Héctor
Astudillo Flores NO ocasionó la violencia en Guerrero.
Dicho
en pocas palabras: cuando Astudillo Flores arribó a la gubernatura, la
violencia ya existía pero con el paso del tiempo detonó, por varias razones.
Aún
se recuerda cómo respondió el ex gobernador Zeferino Torreblanca cuando le
preguntaron si iba a combatir a los grupos del crimen: “Ni puedo, ni quiero”.
En
las últimas horas han arreciado los cobardes ataques a través de las redes
sociales en contra del mandatario Astudillo Flores.
El
pretexto es la violencia; los últimos hechos de sangre que han enlutado
hogares, no solo de familias de policías sino de civiles. Triste, lamentable y
condenable.
La
nueva modalidad de los enemigos del gobernador Astudillo es colocar mantas o
lonas donde lo señalan junto con otros políticos de presuntos vínculos con
grupos del crimen. Falso de toda falsedad.
Lo
cierto es que ya se formó una especie de club de golpeadores contra el
gobernador Astudillo, a quien pretenden enfrentarlo con el presidente AMLO. Quieren
la silla de Héctor.
Es
una ruin y perversa estrategia para desgastar al mandatario estatal. Ese club
de políticos ambiciosos y desesperados no tiene la seguridad de ganar ningún
cargo de elección como la gubernatura de Guerrero.
El
grupúsculo de golpeadores –repetimos- no tienen ninguna posibilidad de ganar la
gubernatura, para el año 2021.
Dentro
de esa pandilla de ambiciosos y perversos hay de todos colores: desde priistas,
morenistas, perredistas, etc.
Resulta
muy lamentable que quienes ambicionan la gubernatura –“aunque sea de tres
años”-, utilicen a los muertos como los policías y un paramédico en Taxco.
Lo
que no dicen los golpeadores de las redes sociales, es que en Guerrero como en
el resto del país los grupos de la delincuencia han crecido de manera inusitada
y no se respetan entre ellos.
Tampoco
dicen que los grupos del crimen ya no respetan códigos, territorios ni
familias; se dan con todo. Lo mismo ejecuta a mujeres, niños y ancianos.
Agarran parejo.
Sin
embargo, conforme se acerca la fecha de la toma de protesta del presidente
AMLO, más crecen las ambiciones por el poder.
El
presidente (electo) AMLO ya lo dijo hace poco: Que Héctor Astudillo al igual
que el resto de los gobernadores, tendrán el respeto y reconocimiento del
gobierno federal y con ellos habrá coordinación, no sumisión.
Si
se ve con detenimiento, la mayoría del pueblo de Guerrero aprueba la gestión
del gobernador Astudillo; no vemos en las calles manifestaciones de repudio
hacia la administración astudillista.
Los
81 ayuntamientos funcionan normalmente; los tres poderes del Estado de Guerrero
funcionan sin ningún problema; la UAGro trabaja.
El
mandatario Astudillo lleva una vida normal, sin escándalos; trabaja todos los días,
no tiene vacaciones, y su esposa Mercedes Calvo, también anda muy activa por
toda la entidad.
A
los únicos que les quita el sueño es aquellos políticos inseguros de la
pandilla golpeadora que, con el arribo del presidente AMLO, se les esfumarán
sus sueños guajiros de poder.
El
grupúsculo de políticos golpeadores que pretenden la silla de Astudillo, saben
que para el año 2021 el presidente AMLO no los podría favorecer para un seguro
triunfo.
El
poder desgasta; y si AMLO se convierte en tirado o un dictador bananero, eso
tendría sus costos políticos.
Estamos
a una semana para que AMLO tome posesión de la presidencia de la República. Hay
expectación por ver cómo gobierna…Punto.