TRES ALCALDES, DE LOS 80 DEL ESTADO, uno del PRD, otro del PRI y el tercero de Morena, con todo y que enfrentan problemas, principalmente de seguridad, están haciendo lo suyo: trabajar, cada quien en su municipio para resolver los problemas que enfrentan sus gobernados, y lo que es mejor, sin distingo de ningún tipo.
En efecto, tanto en Chilpancingo, donde gobierna Antonio Gaspar Beltrán; en Chilapa, donde hace lo propio Jesús Parra García, y en Acapulco, donde también hace lo mismo Adela Román Ocampo, pese a los problemas de inseguridad que se vive en esos municipios, como en prácticamente todo el país, se nota que hay gobierno, y en consecuencia, que sus autoridades están trabajando.
Cierto es que, como ya dijimos, en estos tres municipios hay problemas, como en todos los del estado, y se requieren no tres, sino muchos años para resolverlos, incluyendo el de la inseguridad, pero es también muy cierto que tanto el alcalde de Chilapa, como la de Acapulco, y por supuesto el de Chilpancingo, no solo tienen el interés y el compromiso de trabajar por sus representados, sino que lo están haciendo desde el primer día de su mandato.
En el caso del alcalde de Chilapa, ni duda cabe que el Jesús Parra está haciendo su mejor esfuerzo para continuar con la obra pública y social que inició en su primer periodo de gobierno, en donde, hay que decirlo, indudablemente hizo un buen papel, de tal forma que los habitantes de ese municipio lo volvieron a elegir como edil, a fin de que continuara con las acciones de gobierno que venía realizando.
Hay que decir que en Chilapa, como en cualquier otro municipio del estado, los problemas, las necesidades y las demandas de la población son enormes, y lo que es peor, se trabaja con un presupuesto reducido, de tal forma que por más que se apliquen con eficiencia los recursos, siempre serán insuficientes para resolverlos, y más aún, en tres años.
Sin embargo, es indudable que Parra García está haciendo bien las cosas, pues de otra forma la población no lo hubiera vuelto a elegir como alcalde. Así pues, si en su primer periodo de gobierno hizo mucha obra pública, en esta ocasión ha redoblado los esfuerzos, de tal forma que los chilapenses están contentos con su presidente municipal.
Antonio Gaspar Beltrán, alcalde de Chilpancingo, es un caso parecido. Tras su segundo intento para dirigir los destinos de este municipio, capital del estado y en consecuencia sede de los tres poderes, ha iniciado con el pié derecho, tanto en obra pública como en acciones de contenido social, tan escasa en el pasado inmediato. Sin duda que le ha empezado a cumplir a los capitalinos.
Hay que decir que el alcalde de la capital del estado recibió un Ayuntamiento no solo inoperante, sino también en bancarrota, y lo que es más, con protestas de los trabajadores y de diversos sectores de la población por la falta de servicios y apoyos de la anterior administración. Sin embargo, poco a poco el joven edil ha ido recomponiendo el desbarajuste encontrado y en consecuencia se notan los cambios en Chilpancingo.
Indudablemente que no ha sido fácil. Sin embargo, no solo hay voluntad y ganas de hacer bien las cosas en Toño Gaspar, sino compromiso de hacerlo bien, entregando resultados. La obra pública iniciada, con el apoyo del Gobierno del estado, así lo demuestra, como también las acciones dirigidas a la población que menos tiene en Chilpancingo.
En el caso de la alcaldesa de Acapulco, hay que decir que al igual que el de Chilpancingo, heredó un gobierno no solo en crisis, sino también en bancarrota, producto de un alcalde que en vez de trabajar por los acapulqueños, se enriqueció con el erario público, y más aún, entregó los cuerpos de seguridad pública a los delincuentes, razón por el cual tuvo que intervenir la Marina para desarmar a los policías y detener a elementos operativos acusados de tener ligas con la delincuencia.
Pese a ello, y al desorden financiero encontrado, poco a poco Adela Román Ocampo no solo ha organizado la administración municipal, sino que también empieza a dar resultados. También, pese a las críticas de quienes reclaman espacios en el gobierno que encabeza, ha integrado un equipo de trabajo que más allá de militancias, tiene capacidad y compromiso con Acapulco.
Ni duda cabe que Adela Román está llamada a hacer un buen gobierno, no solo por ser mujer, sino para demostrar que las mujeres pueden gobernar y gobernar bien. Sólo el tiempo lo dirá, pero hasta ahora ha demostrado que puede hacerlo.
POR ÚLTIMO. FINALMENTE EL CONGRESO del estado empieza a darle rostro a su parte administrativa. Este martes, por ejemplo, fue designado como responsable de las finanzas del Poder Ejecutivo, Netzahualcóyotl Bustamante Santín, un hombre preparado, y con capacidad para hacer bien las cosas.
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