Tienen que ser muy
mezquinos para actuar de esa manera.
Aprovechar la contingencia
y la necesidad de algunas personas para hacerle guerra sucia a la presidenta de
Acapulco, es algo que tiene nombre y se llama oportunismo político.
No falta quienes
aprovechando las circunstancias difíciles para las autoridades y la población,
se presenten como la simbolización del bien y de la alta moral, como para
señalar con su dedo flamígero y oportunista, a quienes no son como en su
opinión deben ser.
La culpa la tiene la
realidad, porque no se ajusta a sus necesidades electorales venideras, y ante
eso descargan sus frustraciones en contra de Adela Román, quien en este momento
centra su interés en resolver los problemas que le ha causado el Covid con la
población, por la falta de empleo y las necesidades básicas, como es tener
comida en la mesa.
Que la presidenta no les
haya cumplido sus caprichitos de controlar el comedor es el asunto de fondo que
ha derivado en que un grupo de personas ya se apure a pedir su renuncia, algo
irracional, por decir lo menos, cuando todos los políticos y no políticos
deberían sumar esfuerzos para hacerle menos complicada la situación a las
personas durante esta pandemia.
Querer aprovechar esta
circunstancia compleja para muchos, incluso para la presidenta, quien sufre de
cientos de presiones de sectores de la población en exigencia de que les ayuden
en esta crisis de ingresos, habla mal de quienes impulsan esta campañita de
odio en contra de Adela.
Y lo mismo se puede decir
del diputado Antonio Helguera, frustrado presidente de la Jucopo del Congreso
local, quien busca reflectores mediáticos para poder salir del hoyo donde se
hundió después de su fracasada función al frente de la fracción de Morena.
El diputado, que terminó
visto como apestado por un grupo de sus compañeros legisladores de Morena, ha
salido a buscar los reflectores queriendo hacer raund de sombra con el
gobernador.
Al diputado le ha surgido
el espíritu de la transparencia, pidiendo aclaración del manejo de los recursos
que desde el gobierno del estado se está invirtiendo en la compra de insumos y
materiales para que las unidades médicas y el personal de salud está en
condiciones de atender a los enfermos de Covid-19.
Su mezquindad le lleva a
atacar cuando debería reconocer el trabajo del gobernador en esta crisis
sanitaria.
Es decir, cuando desde el
gobierno federal reconocen la labor de Héctor Astudillo Flores, el diputado
Helguera se autoenvieste de calidad moral y transparencia para exigir cuentas
al gobierno del estado, cuando en el Congreso sus congéneres aún esperan que
rinda sus informes y explique cómo gastó el presupuesto del legislativo durante
el tiempo que estuvo al frente de la Jucopo, donde valga recordar, cometió
error tras error, al grado de que en su loca cabecita se configuraba la idea de
que se catapultaba directo a la gubernatura del estado, hasta que mordió el
polvo al ser destituido por sus compañeros de partido.
Lo bueno es que en este
tipo de circunstancias extraordinarias, así como surgen perversos que buscan
acomodar sus intereses aprovechando las aguas turbulentas de una crisis, de la
misma manera aparecen quienes sin recurrir al golpeteo político salen a dar lo
mejor de sí mismos.
Es el caso del líder
gasolinero Luis Walton Aburto, quien ha enviado insumos médicos a los
hospitales, para protección del personal médico.
No se percibe que el
empresario haga sus donaciones tratando de pasar por encima de otros, que sabe
que también están en la carrera para ser elegidos candidatos a gobernador.
Ni golpea ni anda con las
fotos en feis para hacerse promoción política, y eso es algo que debe valorarse
en un político que no recurre al oportunismo político, como aquellos que
pretenden aprovechar la pandemia para tirar a Adela Román.
Se sabe que Walton ha
entregado apoyos en el Hospital del Quemado, en el hospital comunitario de
Coyuca de Benítez, al Hospital Vicente Guerrero del IMSS, y al General del
ISSSTE, donde fueron los directores de cada nosocomio quienes agradecieron al
empresario este valioso apoyo en mascarillas L95.
Otro que anda activo sin
cacaraquear sus actos, es el líder del PT, Victoriano Wences Real, quien sigue
entregando apoyos en la Montaña a las unidades médicas y a las personas
necesitadas.
Lo mismo hizo la diputada
petista Leticia Mosso, quien atendió a los trabajadores del área de limpia del
Congreso del estado con algunas despensas, consciente de que son los empleados
que menos recursos ganan por el trabajo que realizan.
Ambos representantes del
PT han recorrido algunos municipios de la Montaña atendiendo peticiones que la
población les hace llegar, como es la entrega de víveres e insumos médicos y de
limpieza para las clínicas de salud.
Y lo hacen con empatía,
con solidaridad y buscado el bien común, pues no se ha visto que ataquen a
nadie para obtener favoritismo electoral.
Esos son los políticos que
hacen falta