lunes, 11 de agosto de 2014

Muertes por el poder. Por: Gaby Carmona Astudillo

El priista Rodrigo Sánchez Flores aspiraba a convertirse en el 2012 en el candidato oficial de su partido a la presidencia municipal de Tamazunchale, cuando decidió quitar de golpe y porrazo a su adversario político y más fuerte competidor por la misma silla, al rector de la Universidad Comunitaria Potosina Simón Aquino Baltazar, quien murió en una embocada el pasado 3 de marzo del 2012.
GABY CARMONA ASTUDILLO
Para ambos aspirantes,  la candidatura oficial de su partido se les fue de golpe y porrazo, a Sánchez Flores porque la procuraduría de San Luis Potosí le acreditó su involucramiento en éste triste hecho, lo que llevó a su detención en Cancún. Y a Aquino Baltazar porque su muerte truncó de tajo esa aspiración que tenía.
No debe extrañarnos que la nueva generación de aspirantes a políticos, se armen de valor para ordenar el asesinato de quien  supone le causará mayor problema en la contienda interna de su partido político.
Este hecho no es nuevo, ya en el pasado, se registraron situaciones de éste tipo que causaron dolor, llanto y el repudio de una sociedad, que con la muerte de Luis Donaldo Colosio Murrieta, fue perdiendo la confianza en la clase política mexicana.
Es cierto que a Colosio no lo mató otro aspirante, pero para ésta generación, su muerte fue orquestada desde el sistema político, aunque existe la versión de que su muerte fue ordenada por el crimen organizado al dejarlos plantados en más de dos ocasiones, lo cierto es que, a partir de eso momento, todo cambio.
La incursión de la delincuencia organizada en el sistema político mexicano, ha llevado a muchos aspirantes a un cargo de elección popular, -el cargo que usted elija- a involucrarse directa o indirectamente con ellos. Michoacán es un claro ejemplo de ello, en Guerrero no cantan tan mal las rancheras.
Hoy en día, los aspirantes a políticos, no buscan el bien común, no buscan el beneficio de la gente del pueblo, de la colonia, de la comunidad o del municipio, muchos aspiran a ese cargo para que su vida cambie por completo y de esta forma tener accesos a todo tipo de canonjías.
En septiembre del 2008 es asesinado el candidato perredista por el distrito 14 a una diputación local,  y alcalde con licencia del municipio de Ayutla de los Libres, Homero Lorenzo Ríos. Su muerte adjudicada presuntamente a un grupo armado.
En Junio del 2012 la muerte del aspirante perredista a una diputación local por el distrito 14 con sede en Ayutla de los Libres, y exalcalde de Florencio Villarreal Margarito Genchi Casiano, su muerte también fue adjudicada a un grupo armado, sin embargo, las voces señalaban para quien en ese momento dirigía los destinos del municipio.
El legislador federal priista Moisés Villanueva de la Luz fue asesinado en la región de la montaña, su crimen aún permanece impune. Se involucraron a varios personajes políticos de la zona incluyendo al ex alcalde Willy Reyes Ramos, quien goza de toda la impunidad y diríamos que hasta de la protección de la PGJE. Su asesinato tuvo un costo de 300 mil pesos, dicen.
En el agosto del 2009 el perredista y aspirante a la candidatura oficial de su partido a la gubernatura del estado Armando Chavarría Barrera es brutalmente asesinado, en este hecho se vincularon a varias personas entre ellos al gobernador en turno. Asesinato que está impune.
En abril de 1932 Nabor Ojeda ordenó el asesinato del general Donaciano Astudillo Rosas, exalcalde de San Luis Acatlán y fuerte aspirante a una diputación local por el PNM (hoy PRI). La autoría intelectual de este crimen fue adjudicado al mandatario estatal Adrián Castrejón y a varios integrantes del cabildo Sanluisteco. Como hoy en día, su muerte quedó en la impunidad.
Lo cierto es que este asunto de las candidaturas a cargos de elección popular, no debiera ser de ésta forma, en donde para llegar al poder, tienen que ordenar la muerte de su adversario y de ésta forma caminar como si nada hubiera pasado.

Es tiempo de que la autoridad actué con verdad y se detenga a los verdaderos asesinos, no más chivos expiatorios pero también, no debe haber en este país y en este estado, un político más muerto por ambición de poder. Veremos que pasa.