El peligro de una súper
tormenta solar en la tierra es «inminente»
Científicos sugieren el
diseño de satélites y naves espaciales para estar mejor protegidos ante
aumentos de la radiación como consecuencia de estas tormentas.
El peligro de una «súper
tormenta solar» sobre la Tierra es «inminente», según advirtió el investigador
de la Universidad de Bristol, Ashley Dale, en unas declaraciones a la revista
Physics World difundidas por la Sociedad Astronómica Estadounidense (AAS, según
sus siglas en inglés).
El investigador, que trabajó
sobre la identificación de los riesgos de una tormenta solar como parte del
grupo internacional SolarMAX, sostiene que es «solo cuestión de tiempo» que una
tormenta solar «excepcionalmente violenta» acabe golpeando la Tierra
destruyendo sus sistemas de comunicación y suministro de electricidad.
«Sin electricidad, la gente
tendría dificultades para rellenar el depósito de sus coches o sacar dinero del
banco. Además, los sistemas de aguas y alcantarillado se verían afectados
también, lo que crearía epidemias en las áreas urbanizadas, con el regreso de
enfermedades que pensábamos que habíamos dejado atrás hace siglos», aseguró.
Estos fenómenos, según la
AAS, son consecuencia de «violentas erupciones» en la superficie del Sol que
vienen acompañadas de las llamadas eyecciones de masa corporal (CME, por sus
siglas en inglés), con las que la estrella arroja al espacio grandes burbujas
de plasma y campos magnéticos.
En este sentido, el
organismo añade que cuando una CME de «suficiente intensidad» penetra en el
campo magnético de la Tierra y lo rompe, se da una súper tormenta solar que
lanza enormes corrientes eléctricas que pueden causar cortes de luz
generalizados y daños en componentes eléctricos fundamentales.
Asimismo, Dale calificó este
tipo de sucesos de «inevitables» y recordó que, según la predicción de la NASA,
cada 150 años de media la Tierra se vuelve vulnerable a una súper tormenta
solar del nivel de la que se produjo en 1859 y que fue bautizada como el Suceso
Carrington. Por ello, añadió, la última tendría que haber ocurrido «hace cinco
años».
Según la AAS, el Suceso
Carrington de 1859 constituye la mayor súper tormenta solar que ha golpeado la
Tierra desde que existen registros, con cerca de 1.022 kilojulios de energía
liberados (el equivalente a la explosión simultánea de 10 mil millones de
bombas Hiroshima) y un billón de kilogramos de partículas cargadas de
electricidad que volaron a una velocidad de hasta 3.000 kilómetros por segundo,
sin grandes consecuencias para la población.
El organismo estadounidense
indicó que durante la última reunión del grupo de trabajo SolarMAX el año
pasado en Estrasburgo (Francia), un equipo de investigadores concluyó que la
predicción meteorológica-espacial avanzada constituye la «mejor solución» y propuso
el envío de 16 pequeños satélites cúbicos a la órbita solar para proporcionar
información con antelación sobre posibles tormentas solares.
Por su parte, Ashley Dale
sugirió el diseño de satélites y naves espaciales para que los «sensibles»
instrumentos de abordo estén «mejor protegidos» ante aumentos súbitos de la
radiación como consecuencia de tormentas solares.
«Como especie, jamás hemos
sido más vulnerables a los estallidos de nuestra estrella más próxima, pero
protegernos frente a ellos entra dentro de los límites de la habilidad,
conocimiento y experiencia humana», concluyó Dale.
Fuente
del texto/ABC
EP / ABC